1. Formación y evolución de la superficie terrestre y de los continentes.
En la actualidad los científicos han logrado establecer que la superficie terrestre así como la atmósfera y las diferentes capas de la tierra, no han sido siempre como hoy las conocemos, sino que estas han sufrido procesos evolutivos de transformación y cambio dando como resultado las formas terrestres (sistemas montañosos, volcanes, mesetas, valles, desiertos, fallas tectónicas, etc.) y continentales que hoy conocemos, la teoría más aceptada para explicar este proceso de formación de la superficie terrestre es la teoría de la Tectónica de placas que explicaremos a continuación.
1.1. Tectónica de Placas.
Según la teoría de la tectónica de placas, la corteza terrestre está compuesta al menos por una docena de placas rígidas que se mueven independientemente. Estos bloques descansan sobre una capa de roca caliente y flexible, llamada astenosfera, que fluye lentamente a modo de alquitrán caliente. Los geólogos todavía no han determinado con exactitud cómo interactúan estas dos capas, pero las teorías más vanguardistas afirman que el movimiento del material espeso y fundido de la astenosfera fuerza a las placas superiores a moverse, hundirse o levantarse. El concepto básico de la teoría de la tectónica de placas es simple: el calor asciende. El aire caliente asciende por encima del aire frío y las corrientes de agua caliente flotan por encima de las de agua fría; el mismo principio se aplica a las rocas calientes que están bajo la superficie terrestre: el material fundido de la astenosfera, o magma, sube hacia arriba, mientras que la materia fría y endurecida se hunde cada vez más hacia al fondo, dentro del manto; la roca que se hunde finalmente alcanza las elevadas temperaturas de la astenosfera inferior, se calienta y comienza a ascender otra vez. Este movimiento continuo y, en cierta forma circular, se denomina convección. En los bordes de la placa divergente y en las zonas calientes de la litosfera sólida, el material fundido fluye hacia la superficie, formando una nueva corteza.
1.2. Deriva continental.
La teoría de la tectónica de placas no alcanzó amplia aceptación hasta las décadas de los sesenta y los setenta. Antes de esos años, la mayoría de los científicos creían que los continentes y océanos terrestres estaban fijos. A comienzos del siglo XX, el meteorólogo alemán Alfred Wegener, popularizó y actualizó una teoría de Snider (1858) afirmando que los continentes se desplazan, debido a la debilidad de la corteza oceánica; y sugirió que todos los continentes procedían de la rotura de dos supercontinentes llamados Gondwana y Laurasia que antes del mesozoico estuvieron unidos formando la Pangea, un enorme supercontinente. Hace unos 200 millones de años, la Pangea se rompió en placas distintas que lentamente se separaron entre sí, llegando a la disposición continental actual.
Uno de los hechos más evidentes que convenció a Wegener fue el encaje casi perfecto entre la costa oriental de América del Sur y la costa occidental de África, lo que es muy evidente cuando se ve por primera vez un globo o mapa del mundo. Para apoyar su teoría, señaló que las formaciones rocosas de los lados opuestos del Océano Atlántico -en Brasil y África occidental- coinciden en edad, tipo y estructura. También, las formaciones contienen fósiles de las mismas especies terrestres, de manera que América del Sur y África debían haber estado conectadas anteriormente.
En años posteriores, los descubrimientos científicos empezaron a apoyar los aspectos fundamentales de la teoría de Wegener. Los geólogos demostraron la existencia de un débil movimiento de la astenosfera, que está por debajo de la corteza, a profundidades de 50 a 150 km. Además, los científicos en la década de los años veinte utilizaron el sonar, un dispositivo de sonda de eco, para determinar las profundidades del océano y levantar un mapa del fondo marino, y llegaron a la conclusión que la Dorsal Media del Atlántico, descubierta en el siglo XIX, era parte de un sistema de cordilleras oceánico mundial. Toda esta teoría ha sido sustituida por la hipótesis mucho más sofisticada de la tectónica de placas.
1.3. Expansión Oceánica.
Los indicios adicionales de la tectónica de placas llegaron en las décadas de los cincuenta y los sesenta. Durante este periodo, los científicos descubrieron que todos los fragmentos de rocas conservan un tipo de disposición magnética cuando estas se forman. Los geofísicos también conocieron que el campo magnético terrestre ha oscilado pues el polo norte magnético, que en la actualidad se sitúa junto al polo norte geográfico, ha estado en otras épocas en el polo sur geográfico; estas inversiones tienen lugar aproximadamente cada dos millones de años. Con este conocimiento, examinaron ambos lados de las cordilleras oceánicas y encontraron que las rocas de un lado de la cordillera producían una disposición geomagnética opuesta a la de las rocas del otro lado, como si se tratara de la imagen de un espejo.
Las rocas más cercanas a la cresta de la cordillera eran relativamente jóvenes, pero a medida que aumentaba la distancia, la edad de las rocas era más antigua. Además, los sedimentos marinos eran bastante más densos y más antiguos cuanto más alejados de la cordillera, mientras que la cordillera misma no tenía prácticamente depósitos sedimentarios. Estas observaciones, añadidas a aquellas sobre la circulación del flujo incandescente en la dorsal, confirmaron la creación de corteza nueva en la dorsal centro-oceánica y el mecanismo de expansión oceánica, por el cual se puede afirmar que el fondo oceánico es más antiguo cuanto más próximo se halla al continente.
Después que la roca fundida alcanza el fondo marino como lava, el agua fría del fondo del mar rápidamente enfría y consolida el material. Para hacer sitio a esta adición continua de nueva corteza, las placas de cualquier lado de la cordillera deben separarse constantemente. En el Océano Atlántico norte, el grado de movimiento de cada placa es solo de 1 a 2 cm al año. Sin embargo, en el Océano Pacífico puede ser de más de 10 cm al año.
1.4. Subducción.
Un efecto importante de la fusión de la corteza oceánica es la producción de nuevo magma. Cuando la corteza oceánica se funde tras la subducción, el magma que forma puede elevarse desde el plano de subducción profundo, dentro del manto, saliendo mediante erupciones a la superficie de la Tierra. Por este mecanismo se han creado cadenas de islas volcánicas alargadas y en forma de arco, como Japón, Filipinas y las Islas Aleutianas. Cuando una placa oceánica se introduce por debajo de la corteza continental, el magma producido por la fusión, en la subducción, brota en los volcanes situados en las cadenas montañosas largas y alineadas paralelas a la costa, como la Cordillera de los Andes de América del Sur.
1.5. Bordes de las Placas.
Las placas son, pues, grandes fragmentos de la litosfera en continuo movimiento unos respecto a otros. Los continentes forman parte de esas placas y se mueven con ellas. Se pueden distinguir 17 placas, limitadas por bordes, donde se concentra todo el movimiento de las placas adyacentes, la actividad sísmica y el vulcanismo. Muchos bordes de placa están situados en el centro del océano. Hay tres tipos de bordes de placa: divergente, convergente y transformado.
Los bordes divergentes (también conocidos como constructivos) existen allí donde las placas se desplazan en direcciones opuestas una de otra, separándose por el material incandescente que asciende desde la astenosfera para rellenar las fracturas abiertas. Una fuerza adicional implicada en la divergencia puede ser la subducción de la corteza más pesada, antigua y densa del extremo opuesto de cada borde divergente: como el borde pesado se hunde, arrastra al resto de la placa con él, abriendo la línea de divergencia. Los bordes divergentes se localizan tanto en los fondos oceánicos como en la superficie de los continentes y dan lugar a unas estructuras muy características llamadas dorsales oceánicas y fosas tectónicas. Las dorsales oceánicas son cordilleras submarinas que se extienden y ramifican a través de todos los océanos. En ocasiones experimentan grandes desplazamientos horizontales, de forma que su trazado no es continuo, sino que está fallado; partes de estas dorsales son bastante altas y sobresalen por encima de la superficie oceánica, en lugares como Islandia en el Océano Atlántico norte.
Las fosas tectónicas son zonas alargadas y estrechas, en las que la corteza continental está hundida con relación a las áreas adyacentes. El ejemplo más interesante es el Rift Valley, que se extiende a lo largo de 4.830 km desde Siria hasta Mozambique, desde los Taurus hasta el río Zambeze. La divergencia ha causado que la corteza terrestre adelgace y caiga a lo largo de este borde de placa.
Un borde en el que dos placas colisionan y se pierde fondo oceánico por inmersión es un borde convergente o destructivo. Cuando una placa oceánica, como la Placa de Nazca que se desplaza hacia el este bajo la zona suroriental del Océano Pacífico, encuentra un borde continental como América del Sur, la corteza oceánica más densa y pesada se introduce debajo de la placa continental y se fusiona parcialmente. Los terremotos pueden suceder en estos márgenes de placa a lo largo del plano de deslizamiento o plano de Benioff, moviendo las placas hacia arriba 5 M en una sola sacudida. Si chocan dos placas oceánicas se origina un arco de islas volcánico, o una fosa oceánica como las de Chile, Japón, Taiwán, Filipinas, Nueva Zelanda y Isla de Sumatra. Cuando colisionan dos placas continentales, la corteza de ambas empuja hacia arriba, creando cadenas montañosas. La colisión de la India con el continente asiático formó el Himalaya. De hecho, la cordillera montañosa crece hoy en altura a causa de que la India y Asia todavía convergen.
En un borde de transformación, las placas se desplazan cada una en direcciones opuestas lateralmente entre sí, sin crear ni destruir fondo oceánico. Una pequeña actividad volcánica acompaña a los bordes de transformación, pero se pueden dar terremotos grandes o de poca intensidad. La Falla de San Andrés en California, Estados Unidos, es el ejemplo más famoso de este tipo de bordes.
La revolucionaria teoría de la tectónica de placas forma la base del pensamiento de la geología moderna y explica muchas de las formas terrestres actuales además del movimiento de los continentes. Esta teoría también proporciona una explicación para muchos de los terremotos y volcanes del mundo. La mayoría de los terremotos y erupciones volcánicas ocurren cerca de los márgenes de las placas. Desgraciadamente, existen muchas ciudades grandes situadas en los bordes de las placas, como ocurre a lo largo del Cinturón de Fuego, una zona de intensa actividad volcánica y sísmica que rodea el Océano Pacífico. Los seres humanos sufren repetidamente los efectos de estas manifestaciones a menudo catastróficas de la actividad tectónica.
2. Las Eras Geológicas.
Para hablar de eras geológicas o de tiempos geológicos es necesario que conozcamos brevemente, ¿Qué es la geología? y ¿Cuáles son sus herramientas y métodos propios que han contribuido a establecer el origen, la edad y las eras de desarrollo de nuestro planeta?
2.1. La Geología.
La Geología (del griego, geo, ‘tierra’ y logos, ‘conocimiento’, por lo tanto, tratado o conocimiento de la Tierra), es el campo de la ciencia que se interesa por el origen del planeta Tierra, su historia, su forma, la materia que lo configura y los procesos que actúan o han actuado sobre él. Es una de las muchas materias relacionadas como ciencias de la Tierra, o geociencias, y los geólogos son científicos de la Tierra que estudian las rocas y los materiales derivados que forman la parte externa de la Tierra. Para comprender estos cuerpos, se sirven de conocimientos de otros campos, como la física, la química y la biología. De esta forma, temas geológicos como la geoquímica, la geofísica, la geocronología (que usa métodos de datación) y la paleontología, ahora disciplinas importantes por derecho propio, incorporan otras ciencias, y esto permite a los geólogos comprender mejor el funcionamiento de los procesos terrestres a lo largo del tiempo.
Aunque cada ciencia de la Tierra tiene su enfoque particular, todas suelen superponerse con la geología. De esta forma, el estudio del agua de la Tierra en relación con los procesos geológicos requiere conocimientos de hidrología y de oceanografía, mientras que la medición de la superficie terrestre utiliza la cartografía (mapas) y la geodesia (topografía). El estudio de cuerpos extraterrestres, en especial de la Luna, de Marte y de Venus, también aporta pistas sobre el origen de la Tierra. Estos estudios, limitados en un primer momento a las observaciones telescópicas, recibieron un gran impulso con la exploración del espacio que se inició en la década de 1960.
Como ciencia mayor, la geología no solo implica el estudio de la superficie terrestre, también se interesa por el interior del planeta. Este conocimiento es de interés científico básico y está al servicio de la humanidad. De esta forma, la geología aplicada se centra en la búsqueda de minerales útiles en el interior de la tierra, la identificación de entornos estables, en términos geológicos, para las construcciones humanas y la predicción de desastres naturales asociados con las fuerzas geodinámicas.
2.2. La escala de tiempos geológicos.
Para el estudio de las eras geológicas la geología obtienen registros de la Tierra de cuatro clases principales de roca, cada una producida en un tipo distinto de actividad cortical: 1) Erosión y transporte que posibilitan la posterior sedimentación que, por compactación y litificación, produce capas sucesivas de rocas sedimentarias; 2) Expulsión, desde cámaras profundas de magma, de roca fundida que se enfría en la superficie de la corteza terrestre (rocas volcánicas); 3) Estructuras geológicas formadas en rocas preexistentes que sufrieron deformaciones; y 4) Registros de actividad plutónica o magmática en el interior de la Tierra suministrados por estudios de las rocas metamórficas o rocas plutónicas profundas. Se establece un esquema con los sucesos geológicos al datar estos episodios usando diversos métodos radiométricos y relativistas.
Las divisiones de la escala de tiempos geológicos resultante se basan, en primer lugar, en las variaciones de las formas fósiles encontradas en los estratos sucesivos. Sin embargo, los primeros 4.000 a 600 millones de años de la corteza terrestre están registrados en rocas que no contienen casi ningún fósil; sólo existen fósiles adecuados para correlaciones estratigráficas de los últimos 600 millones de años, desde el cámbrico inferior. Por esta razón, los científicos dividen la extensa existencia de la Tierra en dos grandes divisiones de tiempo: el precámbrico (que incluye los eones arcaicos y proterozoico) y el fanerozoico, que comienza en el cámbrico y llega hasta la época actual. Diferencias fundamentales en los agregados fósiles del fanerozoico primitivo, medio y tardío han dado lugar a la designación de tres grandes eras: el paleozoico (vida antigua), el mesozoico (vida intermedia) y el cenozoico (vida reciente). Las principales divisiones de cada una de estas eras son los periodos geológicos, durante los cuales las rocas de los sistemas correspondientes fueron depositadas en todo el mundo. Los períodos tienen denominaciones que derivan en general de las regiones donde sus rocas características están bien expuestas; por ejemplo, el pérmico se llama así por la provincia de Perm, en Rusia. Algunos periodos, por el contrario, tienen el nombre de depósitos típicos, como el carbonífero por sus lechos de carbón, o de pueblos primitivos, como el ordovícico y el silúrico por los ordovices y los siluros de las antiguas Gran Bretaña y Gales. Los periodos terciario y cuaternario de la era cenozoica se dividen en épocas y edades, desde el paleoceno al holoceno (o tiempo más reciente). Además de estos periodos, los geólogos también usan divisiones para el tiempo de las rocas, llamados sistemas, que de forma similar se dividen en series y algunas veces en unidades aún más pequeñas llamadas fases.
El descubrimiento de la radiactividad permitió a los geólogos del siglo XX idear métodos de datación nuevos, pudiendo así asignar edades absolutas, en millones de años, a las divisiones de la escala de tiempos. A continuación, se expone una descripción general de estas divisiones y de las formas de vida en las que se basan. Los registros fósiles más escasos de los tiempos precámbricos, como hemos dicho, no permiten divisiones tan claras.
2.2.1 El Eón.
Los eones son las mayores unidades que los geólogos utilizan para medir la edad de la Tierra. Se dividen en eras, estás en periodos y los periodos a su vez en épocas. Los eones en los que se divide la historia de la Tierra son el arcaico (desde hace 3.800 millones de años hasta hace 2.500 millones de años); el proterozoico (2.500 a 570 millones de años); y el fanerozoico (570 millones de años hasta la actualidad). El conjunto de los eones arcaico y proterozoico, junto con el periodo de tiempo preincaico (que se extiende desde la formación de la Tierra, hace unos 4.650 millones de años hasta hace unos 3.800 millones de años) se denomina precámbrico.
2.2.2. El Arcaico.
Las rocas más antiguas descubiertas tienen una edad de aproximadamente 4.000 millones de años, pero muestras recogidas en la Luna y modelos de la formación de la Tierra han permitido estimar que el planeta es cerca de unos 650 millones de años más antiguo que las rocas más antiguas halladas hasta el momento. Durante el eón arcaico se formaron los continentes, los océanos y la atmósfera. Las rocas arcaicas forman los núcleos antiguos de todos los continentes actuales. En ese eón apareció también la vida. Los científicos han descubierto fósiles de sencillos organismos unicelulares microscópicos con una antigüedad de al menos 3.800 millones de años.
2.2.3. El Proterozoico.
El proterozoico (del griego ‘vida más temprana’) es el segundo eón de la historia de la Tierra y se extendió desde hace 2.500 hasta hace 570 millones de años. Las rocas proterozoicas encierran vida abundante. Al principio de este eón aparecieron células complejas llamadas eucarióticas y algas verde azuladas con capacidad fotosintética llamadas estromatolitos. A finales del proterozoico empezaron a surgir organismos diversos y avanzados. El contenido en oxigeno de la atmósfera había aumentado mucho durante el proterozoico, lo que había cambiado la superficie del planeta y abierto el camino a la gran diversidad de animales que aparecieron en el fanerozoico.
2.2.4. El Fanerozoico.
El eón fanerozoico (del griego ‘vida abundante’) es el más reciente y breve de la historia terrestre. Comenzó hace 570 millones de años y continua en nuestro tiempo. Hay rocas fanerozoicas en todos los continentes. Los fósiles de estas rocas ilustran cómo la vida evolucionó desde los primeros organismos marinos hasta las plantas y animales terrestres para alcanzar por fin la enorme diversidad actual.
El registro fósil revela también varias extinciones masivas en las cuales un porcentaje elevado de las especies vivientes desaparecieron y fueron sustituidas por otras nuevas.
El impacto de asteroides contra la superficie planetaria causó probablemente algunas de tales extinciones, pero otras quizá hayan obedecido a fuerzas terrestres desconocidas. Las rocas del fanerozoico revelan que los continentes actuales están en continuo movimiento. En estas rocas se encuentran todos los combustibles fósiles, casi todas las fuentes de agua mineral, muchos materiales de construcción y numerosos productos minerales de interés comercial.
2.2.4.1. Periodo Cámbrico. (570 a 510 millones de años).
Una explosión de vida (la llamada “explosión cámbrica”) pobló los mares, pero la tierra firme permaneció estéril. De este periodo data el origen de casi todos los grandes tipos principales de invertebrados. Son muy característicos los grupos de trilobites (extintos en la actualidad) con miles de especies diferentes, equinoideos y arqueociátidos, entre otros. Colisiones múltiples entre las placas de la corteza terrestre crearon el primer supercontinente, llamado Gondwana.
2.2.4.2. Periodo Ordovícico. (510 a 439 millones de años).
Gondwana se va acercando al polo sur y Escandinavia y Norteamérica convergen. Los trilobites empiezan a declinar en este periodo en el que otros importantes grupos hicieron su primera aparición, entre ellos estaban los corales, los crinoideos, los briozoos y los pelecípodos. Surgieron también peces con escudo óseo externo y sin mandíbula, que son los primeros vertebrados conocidos; sus fósiles se encuentran en lechos de antiguos estuarios de América del Norte. El periodo acabo en una fase de glaciación que supuso la extinción de muchos grupos de organismos.
2.2.4.3. Periodo Silúrico. (439 a 408,5 millones de años)
La vida se aventuró en tierra bajo la forma de plantas simples llamadas psilocibinas, que tenían un sistema vascular para la circulación de agua, y de animales parecidos a los escorpiones, parientes de los artrópodos marinos, extintos en la actualidad, llamados euriptéridos. La cantidad y la variedad de trilobites disminuyeron, pero los mares abundaban en corales, en cefalópodos y en peces mandibulados. Es un periodo de clima globalmente cálido.
2.2.4.4. Periodo Devónico. (408.5 a 362.5 millones de años).
Este periodo se conoce también como la edad de los peces, por la abundancia de sus fósiles entre las rocas de este periodo. Los peces se adaptaron tanto al agua dulce como al agua salada. Entre ellos había algunos con escudo óseo externo, con o sin mandíbula, tiburones primitivos (aún existe una subespecie de los tiburones de esta época) y peces óseos a partir de los cuales evolucionaron los anfibios. En las zonas de tierra, se hallaban muchos helechos gigantes y la presencia vegetal continental es ya importante.
2.2.4.5. Periodo carbonífero. (362,5 a 290 millones de años).
Los trilobites estaban casi extinguidos, pero los corales, los crinoideos y los braquiópodos eran abundantes, así como todos los grupos de moluscos. Los climas húmedos y cálidos fomentaron la aparición de bosques exuberantes en los pantanales, que dieron lugar a los principales yacimientos de carbón que existen en la actualidad. Sin embargo, en otras zonas continentales se producen glaciaciones importantes. Las plantas dominantes eran los licopodios con forma de árbol, los equisetos, los helechos y unas plantas extintas llamadas pteridospermas o semillas de helecho. Los anfibios se extendieron y dieron nacimiento a los reptiles, primeros vertebrados que vivían solo en tierra. Aparecieron también insectos alados como las libélulas. Prosigue la convergencia de los dos grandes supercontinentes Laurasia y Gondwana hacia la formación de la segunda Pangea.
2.2.4.6. Periodo Pérmico. (290 a 245 millones de años).
Las zonas continentales se unieron en un único continente llamado Pangea II. Esta múltiple colisión continental genero la orogenia herciniana. Gran parte de Pangea II se sitúa en la cercanía del polo sur, por lo que se produce una fuerte glaciación. El periodo termina con una gran extinción en masa de muchos organismos que acabó con más de un 90% de las especies marinas existentes.
2.2.4.7. Periodo Triásico. (245 a 208 millones de años)
El principio de la era mesozoica quedó marcado por la disgregación de Pangea II y la reaparición de los supercontinentes del Norte (Laurasia) y del Sur (Gondwana). Las formas de vida cambiaron considerablemente en esta era, conocida como la edad de los reptiles. Aparecieron nuevas familias de pteridospermas, y las coníferas y las cucadas se convirtieron en los mayores grupos florales, junto a los ginkgos y a otros géneros. Surgieron reptiles, como los dinosaurios y las tortugas, además de los mamíferos.
2.2.4.8. Periodo Jurásico. (208 a 145,6 millones de años)
Al desplazarse Gondwana, el norte del océano Atlántico se ensanchaba y nacía el Atlántico sur. Los dinosaurios dominaban en tierra, mientras crecía el número de reptiles marinos, como los ictiosaurios y los plesiosaurios. Aparecieron las primeras aves y los corales formadores de arrecifes crecían en las aguas poco profundas de las costas. Entre los artrópodos evolucionaron animales semejantes a los cangrejos y a las langostas (crustáceos).
2.2.4.9. Periodo cretácico. (145,6 a 65 millones de años)
Los dinosaurios prosperaron y evolucionaron hacia formas más especializadas, para desaparecer de forma brusca al final de este periodo, junto a muchas otras formas de vida. Las teorías para explicar esta extinción masiva tienen en la actualidad un gran interés científico. Los cambios florales de este periodo fueron los más notables de los ocurridos en la historia terrestre. Las gimnospermas estaban extendidas, pero al final del periodo aparecieron las angiospermas (plantas con flores).
2.2.4.10. Periodo Terciario. (65 a 1,64 millones de años).
En el terciario se rompió el enlace de tierra entre América del Norte y Europa y, al final del periodo, se fraguó el que une América del Norte y América del Sur. Durante el cenozoico, las formas de vida de la tierra y del mar se hicieron más parecidas a las existentes en la actualidad. Se termina de formar la Patagonia y el levantamiento de la cordillera de los Andes. Las formaciones herbáceas se expandieron y esto provoco la especialización de muchos herbívoros, con cambios en su dentición. Al haber desaparecido la mayoría de los reptiles dominantes al final del cretácico, el cenozoico fue la edad de los mamíferos. De esta forma, en la época del eoceno se desarrollaron nuevos grupos de mamíferos, como ciertos animales pequeños parecidos a los caballos actuales, rinocerontes, tapires, rumiantes, ballenas y ancestros de los elefantes. En el oligoceno aparecieron miembros de las familias de los gatos y de los perros, así como algunas especies de monos. En el mioceno los marsupiales eran numerosos, y aparecieron los antropoides (entre los que surgirían los homínidos). En el plioceno, los mamíferos con placenta alcanzaron su apogeo, en número y diversidad de especies, extendiéndose hasta el periodo cuaternario.
2.2.4.11. Periodo Cuaternario. (desde hace 1,64 millones de años hasta la actualidad).
Capas de hielo continentales intermitentes cubrieron gran parte del hemisferio norte. Los restos fósiles ponen de manifiesto que hubo muchos tipos de homínidos primitivos en el centro y sur de África, en China y en Java, en el pleistoceno bajo y medio; pero los seres humanos modernos (Homo sapiens) no surgieron hasta el final del pleistoceno. Más tarde, en este periodo, los humanos cruzaron al Nuevo Mundo a través del estrecho de Bering, cuyo tránsito era viable debido a la bajada del nivel del mar. Las capas de hielo retrocedieron al final y empezó la época reciente, el holoceno.
GUÍA PEDAGÓGICA.
1.Tema: Evolución de la Tierra, formación de los continentes y las eras geológicas.
2. Objetivos: Con el estudio de esta guía el Adulto alcanzara los siguientes
objetivos específicos:
* Reconocer que la Tierra se encuentra en un constante proceso de cambio y evolución.
* Identificar los factores geológicos que han contribuido a la formación de las masas continentales y de las formas montañosas y volcánicas.
* Comprende que las transformación y evolución de la superficie terrestre a contribuido a la evolución de la vida en nuestro planeta.
3. Palabras Claves: angiospermas, antropoides, arcaico, artrópodos, astenosfera, braquiópodos, cámbrico, magnético, carbonífero, cartografía, cefalópodos, cenozoico, cicadas, circulación, colisión, combustibles, coníferas, continente, convergente, cordillera, cortical, costa, cresta, cretácico, crinoideos, crustáceo, cuaternario, devónico, divergente, dorsal, edad, eoceno, eón, época, equisetos, era, erosión, erupción, especie, estratigrafía, estrato, estromatolitos, extinción, falla tectónica, fanerozoico, flujo, fractura, fusión, geociencia, geocronología, geodesia, geodinámica, geofísica, geomagnética, geoquímica, gimnospermas, ginkgos, glaciación, gondwana, helechos, herciniana, hidrología, holoceno, ictiosaurios, jurásico, fosa, geología, Laurasia, lava, lechos, licopodios, litificación, magma, magmática, mesetas, mesozoico, meteorólogo, mineral, mioceno, oceanografía, océano, oligoceno, ordovícico, orogenia, paleoceno, paleontología, paleozoico, Pangea, periodo, pérmico, placa tectónica, pleistoceno, plesiosaurios, plioceno, plutónica, polo geográfico, polo magnético, preincaico precámbrico, proterozoico, psilocibinas, pteridospermas, radiactividad, sedimentos, silúrico, sísmica, sistema de cordilleras oceánico, sistemas montañosos, subducción, supercontinentes, telescópicas, terciario, terremotos, tipo, topografía, transporte, triásico, trilobites, valles, vanguardistas, vascular, volcanes, vulcanismo.
4. Tabla de Contenido: El texto aborda tres temas principales organizados de la siguiente manera:
1. Formación y Evolución de la Superficie Terrestre y de los Continentes.
1.1 Tectónica de placas.
1.2 Deriva continental.
1.3 Expansión oceánica.
1.4 Subducción.
1.5 Bordes de las placas.
2. Las Eras Geológicas.
2.1 La geología.
2.2 La escala de tiempos geológicos.
2.2.1 Eón.
2.2.2 El Arcaico.
2.2.3 El Paterozoico.
2.2.4 El Fanerozoico.
2.2.4.1 Periodo Cámbrico.
2.2.4.2 Periodo Ordovícico.
2.2.4.3 Periodo Silúrico.
2.2.4.4 Periodo Devónico.
2.2.4.5 Periodo Carbonífero.
2.2.4.6 Periodo Pérmico.
2.2.4.7 Periodo Triásico.
2.2.4.8 Periodo Jurásico.
2.2.4.9 Periodo Cretácico.
2.2.4.10 Periodo Terciario.
2.2.4.11 Periodo Cuaternario.
5. Tiempo Estimado: El desarrollo de la guía está programado para ser estudiado en una semana, con dedicación de una hora y media (1 1/2 horas) diariamente.
6. Grado de Articulación: Esta Guía tiene como prerrequisito obligatorio a las guías número 4 - El Universo, el Sistema Solar y la Tierra, y la guía No 5 - El origen de la vida y su evolución.
7. Área del Conocimiento: Esta guía es de profundización, corresponde al estudio del área de Ciencias Sociales.
Glosario
angiospermo, ma. adj. Bot. Se dice de las plantas fanerógamas cuyos carpelos forman una cavidad cerrada u ovario, dentro de la cual están los óvulos. || f. pl. Bot. Subtipo de estas plantas.
antropoide. adj. Zool. Dicho de un animal, y especialmente de un mono antropomorfo: Que por sus caracteres morfológicos externos se asemeja al hombre.
artrópodo. adj. Zool. Se dice de los animales invertebrados, de cuerpo con simetría bilateral, cubierto por cutícula, formado por una serie lineal de segmentos más o menos ostensibles y provisto de apéndices compuestos de piezas articuladas o artejos; p. ej., los insectos, los crustáceos y las arañas.
braquiópodo. adj. Zool. Se dice de los invertebrados marinos que por su concha bivalva se parecen a los moluscos lamelibranquios, pero cuya organización es muy diferente. Por lo general tienen valvas desiguales, una ventral y otra dorsal. Se conocen de ellos numerosas formas fósiles y algunas vivientes menos numerosas. Son todos sedentarios o fijos cuando adultos; p. ej., las terebrátulas.
magnético, ca. adj. Perteneciente o relativo a la piedra imán. || Que tiene las propiedades del imán. || Perteneciente o relativo al magnetismo.
cefalópodo. adj. Zool. Se dice de los moluscos marinos que tienen el manto en forma de saco con una abertura por la cual sale la cabeza, que se distingue bien del resto del cuerpo y está rodeada de tentáculos largos a propósito para la natación y provistos de ventosas.
cicadáceo, a. adj. Bot. Se dice de plantas gimnospermas propias de los países tropicales, semejantes a las palmeras y helechos arborescentes, como el sagú.
circulación. f. Acción de circular.
colisión. f. Choque de dos cuerpos. || Rozadura o herida hecha a consecuencia de ludir y rozarse una cosa con otra. || Oposición y pugna de ideas, principios o intereses, o de las personas que los representan.
combustible. adj. Que puede arder. || Que arde con facilidad. || m. Lena, carbón, petróleo, etc., que se usa en las cocinas, chimeneas, hornos, fraguas y maquinas cuyo agente es el fuego.
conífero, ra. adj. Bot. Se dice de los árboles y arbustos gimnospermos de hojas persistentes, aciculares o en forma de escamas, fruto en cono, y ramas que presentan un contorno cónico; p. ej., el ciprés, el pino y la sabina.
convergir. intr. Dicho de dos o más líneas: Dirigirse a unirse en un punto.
cordillera. f. Serie de montañas enlazadas entre sí.
cortical. adj. Anat. y Biol. Perteneciente o relativo a la corteza.
cresta. Cima de una ola, generalmente coronada de espuma.
crustáceo, a. adj. Que tiene costra. || Zool. Se dice de los animales artrópodos de respiración branquial, con dos pares de antenas, cubiertos por un caparazón generalmente calcificado, y que tienen un numero variable de apéndices.
devónico, ca. adj. Geol. Se dice del cuarto periodo de la era paleozoica, que abarca desde hace 408 millones de anos hasta hace 360 millones de años, caracterizado por la aparición de los anfibios, los peces de agua dulce y las formaciones de coral. || Geol. Perteneciente o relativo a dicha era.
divergir. intr. Dicho de dos o más líneas o superficies: Irse apartando sucesivamente unas de otras. || Discordar, discrepar.
dorsal. adj. Perteneciente o relativo al dorso, espalda o lomo. || f. Geol. Parte más elevada de una cordillera. || oceánica. f. Geol. Cadena montañosa continua en el
fondo oceánico.
equiseto. m. Bot. Nombre genérico de las plantas pertenecientes a la familia de las Equisetáceas.
erosión. f. Desgaste o destrucción producidos en la superficie de un cuerpo por la fricción continua o violenta de otro. || Desgaste de la superficie terrestre por agentes externos, como el agua o el viento.
erupción. Geol. Emisión de materias sólidas, liquidas o gaseosas por aberturas o grietas de la corteza terrestre. Unas veces es repentina y violenta, como en los volcanes, y otras lenta y tranquila, como en las solfataras.
estratigrafía. f. Estudio de los estratos arqueológicos, históricos, lingüísticos, sociales, etc. || Geol.Parte de la geología que estudia la disposición y caracteres de las rocas sedimentarias estratificadas. || Geol. Disposición seriada de las rocas sedimentarias de un terreno o formación.
extinción. f. Acción y efecto de extinguir o extinguirse.
flujo. m. Acción y efecto de fluir. || Movimiento de ascenso de la marea.
fusión. f. Acción y efecto de fundir o fundirse.
geodesia. f. Ciencia matemática que tiene por objeto determinar la figura y magnitud del globo terrestre o de gran parte de él, y construir los mapas correspondientes.
geodinámica. f. Geol. Estudio de las modificaciones de la corteza terrestre, sus causas y consecuencias.
geofísico, ca. Perteneciente o relativo a la geofísica. || f. Parte de la geología que estudia la física terrestre.
geomagnético, ca. adj. Perteneciente o relativo al geomagnetismo.
geoquímico, ca. adj. Perteneciente o relativo a la geoquímica. || m. y f. Persona versada engeoquímica. || f. Estudio de la distribución, proporción y asociación de los elementos químicos de la corteza terrestre, y de las leyes que las condicionan.
gimnospermo, ma. adj. Bot. Se dice de las plantas fanerógamas cuyos carpelos no llegan a constituir una cavidad cerrada que contenga los óvulos, y, por tanto, las semillas quedan al descubierto; p. ej., el pino y el ciprés.
glaciación. f. Formación de hielo. || Formación de glaciares. || Geol. Cada una de las grandes invasiones de hielo que en épocas remotas acontecieron en zonas muy extensas de distintos continentes.
helecho. m. Planta criptógama, de la clase de las Filicíneas, con frondas pecioladas de dos a cinco decímetros de largo, lanceoladas y divididas en segmentos oblongos, alternos y unidos entre sí por la base, capsulas seminales en dos líneas paralelas al nervio medio de los segmentos, y rizoma carnoso. || Bot. Cada una de las plantas de la clase de las Filicíneas.
herciniano, na. adj. Geol. Perteneciente o relativo al movimiento orogénico ocurrido durante los periodos carbonífero y pérmico, que dio lugar a numerosos relieves, como los macizos de los Vosges, Bohemia y Sudetes.
hidrología. f. Parte de las ciencias naturales que trata de las aguas.
holoceno, na. adj. Geol. Se dice de la época más reciente del periodo cuaternario, que abarca desde hace unos 10 000 anos hasta nuestros días.
ictiosauro. m. Geol. Reptil fósil, marino, de tamaño gigantesco, con el hocico prolongado y los dientes separados. Tiene ojos grandes rodeados de un circulo de placas oseas, cuello muy corto y cuatro aletas natatorias. Se encuentra principalmente en el terreno jurásico.
ictiosauro. m. Geol. Reptil fósil, marino, de tamaño gigantesco, con el hocico prolongado y los dientes separados. Tiene ojos grandes rodeados de un circulo de placas oseas, cuello muy corto y cuatro aletas natatorias. Se encuentra principalmente en el terreno jurásico.
fosa. f. Enterramiento, sepulcro. || Hoyo en la tierra para enterrar uno o más cadáveres. || Excavación profunda alrededor de una fortaleza. f. Geol. Estructura geológica formada por una zona alargada de la corteza terrestre, hundida respecto a los bloques laterales.
geología. f. Ciencia que trata de la forma exterior e interior del globo terrestre, de la naturaleza de las materias que lo componen y de su formación, de los cambios o alteraciones que estas han experimentado desde su origen, y de la colocación que tienen en su actual estado.
lava. f. Materia derretida o en fusión que sale de un volcán al tiempo de la erupción, formando arroyos encendidos. Fría y en estado sólido, se emplea en la construcción de edificios y en otros usos.
lecho. Madre de un rio, o terreno por donde corren sus aguas. || Fondo del mar o de un lago. || Porción de algunas cosas que están o se ponen extendidas horizontalmente sobre otras. || Arq.Superficie de una piedra sobre la cual se ha de asentar otra. || Geol. Capa de los terrenos sedimentarios.
licopodio. m. Planta de la clase de las Licopodíneas, por lo común rastrera, de hojas simples, gruesas e imbricadas, que crece ordinariamente en lugares húmedos y sombríos.
magma. m. Sustancia espesa que sirve de soporte a los tejidos o a ciertas formaciones inorgánicas y que permanece después de exprimir las partes más fluidas de aquellos. || Geol. Masa ígnea en fusión existente en el interior de la Tierra, que se consolida por enfriamiento.
meseta. f. Planicie extensa situada a considerable altura sobre el nivel del mar. || Porción de piso horizontal en que termina un tramo de escalera.
meteorólogo, ga. m. y f. Persona que profesa la meteorología o tiene en ella especiales conocimientos.
mineral. adj. Perteneciente o relativo al numeroso grupo de las sustancias inorgánicas o a alguna de sus partes. Reino mineral. Sustancias minerales.
oceanografía. f. Ciencia que estudia los mares y sus fenómenos, así como la fauna y la flora marinas.
océano. m. Grande y dilatado mar que cubre la mayor parte de la superficie terrestre. || Cada una de las grandes subdivisiones de este mar. Océano Atlántico,
Pacífico, Índico, Boreal, Austral. || Inmensidad de algunas cosas.
ordovícico, ca. adj. Geol. Se dice del segundo periodo de la era paleozoica, que abarca desde hace 500 millones de años hasta hace 440 millones de años, caracterizado por la abundancia de invertebrados y la aparición de los vertebrados y las primeras plantas terrestres.
orogenia. f. Geol. Parte de la geología que estudia la formación de las montañas.
paleontología. f. Ciencia que trata de los seres orgánicos desaparecidos a partir de sus restos fósiles.
período o periodo. m. Tiempo que algo tarda en volver al estado o posición que tenía al principio. || Espacio de tiempo que incluye toda la duración de algo. || Menstruo de las mujeres y de las hembras de ciertos animales. || Cronol. Ciclo de tiempo. Período juliano, de Matón.
plesiosaurio. m. Geol. Reptil gigantesco perteneciente al periodo geológico secundario y del que hoy se hallan solamente restos en estado fósil. Se supone que tenía la forma de un enorme lagarto.
plesiosaurio. m. Geol. Reptil gigantesco perteneciente al periodo geológico secundario y del que hoy se hallan solamente restos en estado fósil. Se supone que tenía la forma de un enorme lagarto.
polo. m. Geom. Punto en que el eje corta a una superficie de revolución. || Región contigua a unpolo terrestre. || Geogr. Cada uno de los dos puntos de intersección del eje de rotación de la Tierra con la esfera terrestre o celeste. || magnético. m. Cada uno de los puntos del globo terrestre situados en las regiones polares, hacia los que, por la acción del campo magnético terrestre, se dirige la aguja imantada.
radiactividad. f. Fís. Propiedad de ciertos cuerpos cuyos átomos, al desintegrarse espontáneamente, emiten radiaciones. Su unidad de medida en el Sistema Internacional es elbecquerel.
sedimento. (Del lat. sedimentum). m. Materia que, habiendo estado suspensa en un líquido, se posa en el fondo por su mayor gravedad.
silúrico, ca. adj. Geol. Se dice del tercer periodo de la era paleozoica, que abarca desde hace 440 millones de años hasta hace 408 millones de años, caracterizado por los primeros terrenos sedimentarios y la formación de los mares continentales.
sísmico, adj. Perteneciente o relativo al terremoto.
subducción. f. Geol. Deslizamiento del borde de una placa de la corteza terrestre por debajo del borde de otra.
terremoto. m. Sacudida del terreno, ocasionada por fuerzas que actúan en lo interior del globo.
tipo. m. Modelo, ejemplar. || . Clase, índole, naturaleza de las cosas. || Bot. y Zool. Cada uno de los grandes grupos taxonómicos en que se dividen los reinos animales y vegetal, y que, a su vez, se subdividen en clases.
topografía. arte de describir y delinear detalladamente la superficie de un terreno. || Conjunto de particularidades que presenta un terreno en su configuración superficial.
transporte. m. Acción y efecto de transportar o transportarse. || Sistema de medios para conducir personas y cosas de un lugar a otro. El transporte público. || Vehículo dedicado a tal misión.
trilobites. artrópodo marino fósil del Paleozoico. Su cuerpo, algo deprimido y de contorno oval, está dividido en tres regiones y a lo largo recorrido por dos surcos que le dan aspecto de trilobulado. Abunda en España en las pizarras silúricas.
valle. m. Llanura de tierra entre montes o alturas. || Cuenca de un rio.
vanguardista. adj. Perteneciente o relativo al vanguardismo. || Partidario de esta tendencia.
vascular. adj. Bot. y Zool. Perteneciente o relativo a los vasos de las plantas o de los animales.
volcán. abertura en la tierra, y más comúnmente en una montaña, por donde salen de tiempo en tiempo humo, llamas y materias encendidas o derretidas.
vulcanismo. m. Geol. Sistema que atribuye la formación del globo a la acción del fuego interior.