Unidad 10 - Ciclo III - Las Disciplinas Lingüísticas y la Gramática Española.


1. LAS DISCIPLINAS LINGÜÍSTICAS

La lingüística es la ciencia que estudia el lenguaje. Puede centrar su atención en los sonidos, las palabras y la sintaxis de una lengua concreta, en las relaciones existentes entre las lenguas, o en las características comunes a todas ellas. También puede atender los aspectos psicológicos y sociológicos de la comunicación lingüística. 


1.1. Niveles de estudio lingüístico y disciplinas lingüísticas. 

Nos podemos aproximar al estudio de la lengua en sus diferentes niveles, por un lado, como sistema, atendiendo a las reglas que la configuran como código lingüístico, es decir, lo que tradicionalmente se conoce como gramática, y por otro lado, como instrumento privilegiado que es para la interacción comunicativa, desde disciplinas como la pragmática y la lingüística textual.
Desde el punto de vista de la lengua como sistema, los niveles de la estructura lingüística que convencionalmente se distinguen son:

Nivel fónico que comprende a su vez: 

  • Fonología: Estudio de los fonemas de una lengua. 
  • Fonética: Estudio de la realización alofónica individual de dichos fonemas. Los alófonos son sonidos del habla, realizaciones diferenciadas de un mismo fonema. 
  • Aunque no son campos estrictamente lingüísticos, ya que intervienen factores culturales e históricos también se suele considerar dentro de este nivel el estudio la Grafémica, la Ortología y la Ortografía. 
Nivel morfosintáctico que comprende a su vez: 

  • Morfología: Estudio de la estructura interna de las palabras. 
  • Sintaxis: Estudia cómo se combinan las palabras para formar unidades de significado superior. 
Nivel léxico-semántico que comprende a su vez: 

  • Semántica: Estudio del significado de los signos lingüísticos. 
  • Lexicología: Estudio de las palabras de una lengua, su organización y sus significados. 
  • Lexicografía: Se ocupa de los principios teóricos en que se basa la composición de diccionarios. 
Desde el punto de vista de la lengua como habla, como acción, destacamos: 

  • Texto: Unidad superior de comunicación. 
  • Pragmática: Condiciones en que se realiza el acto comunicativo. 
Dependiendo del enfoque escolástico, los componentes de análisis varían, siendo distintos, por poner un ejemplo, para la escuela formalista y para la escuela funcionalista; por tanto, no todos estos componentes son estudiados por ambas corrientes, sino que una se centra en algunos de ellos, y la otra en otros. Del estudio teórico del lenguaje se encarga la Lingüística general o teoría de la lingüística, que se ocupa de métodos de investigación y de cuestiones comunes a las diversas lenguas. 

2. LA GRAMÁTICA. 

La gramática es el estudio de las reglas que regulan el uso del lenguaje. También se denomina gramática al conjunto de reglas que gobiernan el uso de un lenguaje determinado, por lo que puede decirse que cada lenguaje tiene su propia gramática. 

La gramática es parte del estudio general del lenguaje denominado lingüística. Los campos de la gramática contemporánea son la fonética, la fonología, la morfología, la sintaxis, la semántica y la pragmática. La gramática tradicional incluye solo morfología y sintaxis. 

Tipos de gramática.

Clasicamente la gramática, como estudio de la lengua, se divide en tres subdisciplinas: 
  • Sintaxis 
  • Morfología 
  • Semántica 

2.1. La sintaxis. 

La sintaxis es una subdisciplina de la lingüística. Es la parte de la gramática que se encarga de estudiar las reglas que gobiernan la forma en que las palabras se organizan en constituyentes sintácticos y, a su vez, estos constituyentes en oraciones. Esto es la sintaxis estudia en que formas se combinan las palabras y constituyentes, así como las relaciones sintagmáticas existentes entre los diversos constituyentes. Entre los diversos tipos de constituyentes sintácticos encontramos los sintagmas que son proyecciones máximas de un núcleo sintáctico. 

2.2. Morfología 

La morfología es la rama de la lingüística que estudia la estructura interna de las palabras para delimitar, definir y clasificar sus unidades, las clases de palabras a las que da lugar (morfología flexiva) y la formación de nuevas palabras (morfología léxica). La palabra Morfología fue introducida en el siglo XIX. 
El morfema (llamado formante o monema por otros autores) es la unidad mínima significativa de la primera articulación o división del signo lingüístico: la palabra. Así pues, una palabra está constituida generalmente por dos clases de morfemas: los lexemas y los gramemas (o morfemas gramaticales.) 

2.3. Semántica. 

Semántica (del griego semánticos, 'lo que tiene significado'), estudio del significado de los signos lingüísticos, esto es, palabras, expresiones y oraciones. Quienes estudian la semántica tratan de responder a preguntas del tipo “. ¿Cuál es el significado de X (la palabra)?". Para ello tienen que estudiar que signos existen y cuáles son los que poseen significación —esto es, que significan para los hablantes, como los designan (es decir, de qué forma se refieren a ideas y cosas), y por último, como los interpretan los oyentes—. La finalidad de la semántica es establecer el significado de los signos —lo que significan— dentro del proceso que asigna tales significados.

3. LA MORFOLOGÍA, LA SINTAXIS Y LA SEMIOLOGÍA.

La gramática es la rama de la lingüística que tiene por objeto el estudio de la forma y composición de las palabras, así como de su interrelación dentro de la oración o de los sintagmas.

3.1 La palabra.

Palabra, secuencia de sonidos compuesta por uno o más monemas, susceptible de ser aislada por conmutación. La palabra es una unidad que: a) desde el punto de vista fonológico está delimitada por pausas virtuales, que no aparecen en la elocución normal, representadas gráficamente por dos espacios blancos o un espacio blanco y un signo de puntuación; b)morfológicamente es aislable, ya que puede ser conmutada por otra de su paradigma; c) sintácticamente es identificable por la función que desempeña; d) desde el punto de vista lexico-semántico, es portadora de significado.

La gramática tradicional las ha agrupado en diferentes clases o partes de la oración: nombre sustantivo, nombre adjetivo, articulo, pronombre, verbo, adverbio, preposición, conjunción e interjección.

Por su origen, las palabras pueden ser:
  • Primitivas, las que han dado origen a otras surgidas de ellas: pan, leche,
  • Derivadas, formadas a partir de una primitiva: panadero, lechería,
  • Simples, formadas por un solo lexema o morfema: mano, de, el,
  • Compuestas, las que tienen dos o más lexemas o, aunque no es muy frecuente, do morfemas: carricoche, sacacorchos, porque,
  • Parasintéticas, las formadas por composición y derivación: tele – comunic-ado, radio - aficion - ado.
El español utiliza también otros procedimientos para la creación de palabras nuevas, como siglas, acrónimos o símbolos, además de incorporar a su léxico préstamos de otras lenguas.

  Atendiendo a la morfología, se clasifican en variables, las que admiten flexión, como los sustantivos o adjetivos, e invariables, las que no la admiten, como los adverbios o las preposiciones.

Por su contenido pueden ser: conceptuales, sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios, y de relación: articulo, pronombre, preposición y conjunción.

Por el número de sílabas: monosílabas y polisílabas (bisílabas, trisílabas, cuatrisílabas, pentasílabas, hexasílabas...)

Por el acento: llenas y vacías. Agudas, graves o llanas, esdrújulas y sobresdrújulas.

3.2 Morfología de la palabra.

“Siendo la lengua el medio de que se valen los hombres para comunicarse unos a otros cuando saben, piensan y sienten, no puede ser menos de grande la utilidad de la gramática, >a para hablar de manera que se comprenda bien lo que decimos (sea de viva voz o por escrito), ya para fijar con exactitud el sentido de lo que otros han dicho. Andrés Bello, en su Gramática de la Lengua Castellana.

3.2.1 Monemas, lexemas y morfemas.

La morfología es la parte de la gramática que, como su nombre indica (del griego morfo, que significa forma) se ocupa del estudio de la estructura interna de las palabras y de su descripción.

Las palabras se pueden descomponer, como consecuencia del carácter articulado del lenguaje verbal, en unidades mínimas dotadas de sentido, se llaman monemas. Estos a su vez se clasifican en lexema o raíz, que son los elementos que aportan el significado fundamental a una palabra, y morfemas, elementos que se añaden al lexema y aportan otros rasgos léxicos que modifican el lexema y también rasgos gramaticales.

El análisis morfológico de las palabras consistirá, por tanto, en su descomposición en lexemas y morfemas.

Gracias a la combinación de un mismo lexema non diferentes morfemas las palabras de una lengua se multiplican, enriqueciendo el léxico de la misma. Por ejemplo: el lexema blanc- se halla en blanco, blancura, blanquear, cuya forma respectiva es la de adjetivo, sustantivo y verbo. Estas palabras a su vez admiten morfemas gramaticales de género y número, en el caso del sustantivo o adjetivo, y persona, tiempo, etc. en el caso del verbo, etc., que modifican su forma y su contenido.

El conjunto de palabras que con el mismo lexema pertenecen a categorías gramaticales diferentes, constituye una familia léxica, como: suave, suavidad, suavizar, suavemente.

3.2.2. Clases de morfemas.

Los morfemas pueden ser de diversas clases, según la relación que establecen con el lexema y la repercusión que tienen en la forma de la palabra, como se muestra en la siguiente gráfica:


3.2.3 Clasificación de las palabras.

Desde el punto de vista morfológico se clasifican las palabras atendiendo a dos criterios diferentes:

Por su significado: distinguiremos tres clases de palabras:

1) Palabras con significado propio, cualquiera que sea el contexto en que aparezcan: niño, inteli-gente, corre, lejos.

Estas palabras comprenden cuatro categorías gramaticales diferentes según los morfemas que puedan regir, incluso con un mismo lexema: claro (adjetivo), claridad (sustantivo), clarear (verbo) y claramente (adverbio).

En cada una de estas palabras un único lexema soporta diferentes morfemas gramaticales, dando lugar a categorías o clases de palabras diferentes:

El adjetivo admite variaciones de forma clar-o /a/os/as, correspondientes a masculino/ femenino singular, y la misma oposición en plural.

Claridad se reconoce como sustantivo por su capacidad para llevar el morfema articulo: la claridad.

En cuanto al verbo, ofrece la posibilidad de combinar su lexema con muy diversos morfemas gramaticales. Así clareaba presenta morfemas de persona (tercera), numero (singular), tiempo (pasado), modo (indicativo), aspecto (imperfectivo) y voz (activa).

Por último, clara-mente se reconoce como adverbio por su condición de ser invariable, es decir, no soporta ningún morfema.

2) Palabras de significado ocasional: son los pronombres, porque no tienen significación propia sino en función del contexto en que aparecen. Palabras como yo, tú, ello, eso, etc., tendrán significado diferente en función del contexto y situación en que aparezcan. Como ejemplo se podría citar la situación en un aula escolar, en donde a la pregunta del profesor. quien quiere salir al encerado?, responden varios alumnos diciendo yo, y cada uno de los distintos yo, representa a un alumno diferente.

Por ello, los pronombres se definen como sustitutos del nombre al que representan, pero morfológicamente, es decir según sus morfemas gramaticales, equivalen a sustantivos, o adjetivos y, en algunos casos menos frecuentes, a adverbios. Así pues, algunos manuales hablan de pronombre sustantivos (por ejemplo, el), pronombres aditivos (por ejemplo, mío) o pronombres adverbios (como acá).

3) Palabras de relación: se llaman también relacionantes y son morfemas independientes que fijan las relaciones entre palabras o entre oraciones: preposiciones y conjunciones.

Por su forma y función gramatical: atendiendo a los morfemas gramaticales que soportan a la ausencia de los mismos, y a la función esencial que desempeñan en la frase, podemos clasificar las palabras como indica la tabla siguiente.

3.2.4. Derivación y composición.

Derivación y composición son dos procedimientos morfológicos de creación de palabras partiendo de la propia lengua, a través de la combinación de lexemas y morfemas.

3.2.4.1 La derivación.

La derivación es el proceso por el que se crea una palabra nueva de otra ya existente, llamada primitiva, por adición de morfemas léxicos o afijos (no gramaticales) a un lexema, con lo que se obtiene una palabra derivada. Así, de un mismo lexema o raíz, como café, surgen, por ejemplo, cafeína, cafetería, cafetera, descafeinado, todas ellas palabras derivadas, creadas a medida que el hombre las ha necesitado.

Los afijos se clasifican en prefijos, si van delante del lexema o raíz, y sufijos, si van detrás.

La mayor parte de prefijos del español son de origen culto, latino o griego, y por eso añaden siempre rasgos de significación similar: bis (dos), ex (fuera), poli (mucho), hiper (sobre), etc.

En cambio, los sufijos son de significación variable. Por ejemplo: el sufijo -ero anade el matiz de persona que vende o se ocupa de en libr-ero, pastel-ero, tapic-ero, pero en cambio la persona que vende flores es flor-ista, mientras que flor-ero es el lugar donde se colocan las flores, como también son lugares donde se colocan cosas el cenic-ero y el revist-ero.

Del ejemplo anterior se deduce que la sufijación no responde a normas rígidas sino que hay flexibilidad y variedad en el proceso de derivación, aunque una vez creada una palabra por derivación, la lengua fija su uso.

En la actualidad hay tendencia a la derivación espontanea utilizando sufijos a la inglesa, en lugar de usar los propios del español: concretizar por concretar, rigurosidad por rigor, contabilizar por contar, etc.

3.2.4.2. La composición.

La composición es el procedimiento por el cual se crean palabras nuevas uniendo dos o más lexemas. El significado resultante puede ser la suma de los otros dos o bien un sentido diferente. Las palabras que entran en la composición pueden pertenecer a cualquiera de las categorías gramaticales: sustantivos, verbos, adjetivos, adverbios, etc.:

Verbo + sustantivo: saca-corchos, cubre-pasa-tiempo, para-choques.
Sustantivo + sustantivo: carri-coche, boca-calle, boca-manga.
Adjetivo + sustantivo: cien-pies, mediodía, día-noche.
Oración: va-i-ven, corre-ve-i-dile, haz-merreir.
Adverbio + verbo: bien-venido, mal-decir, mal-criar, ben-decir (por bien-decir).

Las palabras compuestas del castellano son innumerables, y muchas de ellas apenas se reconocen como tales debido a que el tiempo ha borrado la huella de su origen compuesto, como en el caso de los adverbios terminados en mente, por ejemplo, dignamente. Se formaron por composición y hoy se reconocen más como palabras derivadas que compuestas, porque no se percibe el sentido de la palabra mente con el significado de “con modo o la manera.


3.3. Introducción a la sintaxis: el sintagma.

Las palabras que integran el discurso oral o escrito no se relacionan libremente entre ellas, sino que se rigen por unas reglas que determinan la función de las diferentes palabras en la oración. A la parte de la gramática que estudia la relación entre los elementos de una frase y las frases entre si se la llama sintaxis, termino de origen griego que significa orden o disposición, y en nuestro ámbito se refiere a los elementos de la lengua. El estudio conjunto de la forma (morfología) y la función (sintaxis) de las palabras se denomina morfosintaxis.

3.3.1. Concepto de sintagma

El termino sintagma, de la misma raíz que sintaxis, tiene un sentido semejante al de grupo  o conjunto, y gramaticalmente se define como un conjunto de palabras agrupadas en torno a un núcleo con una misma función sintáctica y de sentido. Veámoslo con un ejemplo:

La sabana.
La sabana bordada.
La sabana bordada con hilos.
La sabana bordada con hilos de oro.
La sabana bordada con hilos de oro de pasamanería.

En cada una de estas expresiones aparece un elemento nuevo complementando al sustantivo sabana, que es el eje o núcleo de todas ellas, formando un sintagma, en este caso, un sintagma nominal puesto que su núcleo es un nombre o sustantivo.

En algunos manuales se usa frecuentemente el nombre de grupo, como sustituto de sintagma, para facilitar su comprensión, y así podemos encontrar las expresiones de grupo nominal o grupo verbal, con el mismo valor gramatical de sintagma nominal o sintagma verbal.

Modificadores del sintagma: Los elementos que complementan o modifican el núcleo de un sintagma, se llaman indistintamente modificadores, complementos o adyacente.

Cada uno de los modificadores puede constituir un nuevo sintagma con estructura propia (es decir, puede ser a su vez: núcleo + modificadores). En el habla cotidiana se recurre con frecuencia a sintagmas complejos para precisar lo que se quiere comunicar, por ejemplo: el hijo mayor de mi vecina de enfrente.

La morfosintaxis estudia la estructura de los sintagmas atendiendo a la forma de cada uno de sus elementos y a la función o relación que establecen unos con otros.

3.3.2. Clases de sintagmas

Los sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios, como palabras que tienen significación propia, pueden ser núcleo de sintagma:

Sintagma nominal
Sintagma adjetivo
Sintagma verbal
Sintagma adverbial

Si al sintagma nominal le precede una preposición, se convierte en sintagma preposicional, instituido por la preposición y su término, ya que así se llama al sustantivo regido por ella.

El núcleo del sintagma es el que le da el nombre, así se define el sintagma verbal como un conjunto de palabras que se agrupan en torno a un núcleo verbal para complementarlo, y lo mismo de los restantes sintagmas. Veamos unos ejemplos:

Salió de casa muy de mañana: es un sintagma verbal porque el núcleo que rige a todos los demás elementos de la expresión es un verbo, de manera que, si se suprime el verbo, los complementos pierden su sentido.

Cerca de aquel pueblo: es un sintagma adverbial, porque el núcleo de función y significación al que complementan los restantes es el adverbio cerca.

La mayoría de las personas de esta familia: en este caso se trata de un sintagma nominal, y demuestra que el análisis gramatical tiene como objeto la forma y función de las palabras y no su significado, pues, aunque se hable de personas, sin embargo, el núcleo es mayoría, ya que sin este sustantivo pierde sentido el resto del sintagma.

Es apta para este trabajo: está listo para el despegue: son sintagmas adjetivos, que tienen significado propio, pero para aparecer en una oración necesitan de un sustantivo que justifique su género y numero; en el primer caso podemos intuir que sería mujer (femenino singular), y en el segundo, un avión, o un piloto (masculino singular).

En la primavera el campo se cubre de flores: un sintagma nominal va precedido de una preposición, por lo que será un sintagma preposicional.

En los capítulos siguientes nos ocuparemos de la estructura de cada uno de estos sintagmas, y de cómo se integran en la unidad más grande del análisis morfosintáctico que es la oración gramatical. El agente de tráfico impone una sanción al coche mal estacionado. En la frase destaca un sintagma adjetivo porque lleva como núcleo el participio estacionado, a quien modifica el adverbio mal.

3.3.2.1 El sintagma nominal o sujeto

El sintagma nominal está formado por un nombre sustantivo o palabra que funcione como tal (pronombre, adjetivo sustantivado, etc.), que constituye su núcleo, y todas las palabras que se agrupan en torno a él. El núcleo es el elemento imprescindible de un sintagma nominal, de tal forma que hay sintagmas nominales formados solo por un núcleo. No obstante, el núcleo sustantivo suele ir acompañado de otras palabras que completan su significado, precisándolo. La estructura del sintagma nominal es, por tanto, la siguiente: determinante + núcleo + complementos.

3.3.2.2 El sintagma verbal o predicado.

El sintagma verbal es el más importante de los dos constituyentes inmediatos de la oración, el sintagma nominal y el sintagma verbal. Contiene el verbo, que es tan fundamental, que puede constituir el solo una oración. Sin embargo, con frecuencia va acompañado de otras palabras que completan su significado: los complementos, cuya clase depende del tipo de verbo.

3.3.2.3 El sintagma adverbial.

Ya se ha explicado que el adverbio es una palabra invariable. Sin embargo, puede llevar complementos y constituir un sintagma adverbial. Su función fundamental es la de ser complemento circunstancial del verbo, pero puede ejercer las funciones de complementar a otro adverbio o a un adjetivo.

3.4. El significado de la palabra.

Del estudio del significado se ocupa la semántica. Es esta una de las disciplinas lingüísticas más complicadas, porque, así como el significante de una palabra es objetivamente perceptible, la atribución del significado es un proceso mental en el que intervienen factores subjetivos que son difícilmente mensurables. Por ejemplo, la palabra político, que contiene una secuencia fija de fonemas que todos los hispanohablantes perciben igual, 10 significa lo mismo para todos. Factores psicológicos, sociológicos o incluso filosóficos inciden en el significado de una palabra, por lo que la semántica es una disciplina que va mas allá del estudio de la lengua.

3.4.1. Denotación y connotación.

Denotación es la relación objetiva entre un significante y el objeto de la realidad al que se refiere (referente). En una oración como El sol se refleja en el agua, las palabras sol y agua se refieren a realidades concretas que no son susceptibles de interpretación. Sin embargo, pueden sugerir valores significativos diferentes para un náufrago, para un veraneante del Caribe o para un nómada del desierto que llega a un oasis. Estos significados añadidos, que no son objetivos, sino que dependen de los individuos y su circunstancia, se llaman connotaciones. Así, la palabra sol tiene connotaciones diferentes para cada uno de los individuos que hemos mencionado, ya que sugiere rasgos de significación distintos.

En el mundo de la técnica y de la ciencia se utiliza un lenguaje preferentemente denotativo, para que su interpretación sea objetiva sin que dé lugar a interpretaciones ambiguas. Sin embargo, en el mundo de las letras en general y de la literatura en particular, especialmente en poesía, es frecuente el uso de lenguaje connotativo, donde la relación significante/significado da pie a sugerencias de carácter subjetivo.

3.4.2. Sinonimia, polisemia, homonimia y antonimia.

Como ya se dijo, el signo lingüístico es la asociación de un significante (lo que se percibe) con un significado (la realidad que evoca en la mente). Sin embargo, a veces esta relación biunívoca se rompe, se multiplica y a un significante le corresponden varios significados o al revés, a un significado le corres-penden varios significantes. 



Las razones de estos desequilibrios son varias: por la evolución fonética de los significantes, por cambios en el uso de una palabra, por cambios en el referente a lo largo de la historia, etc. De esta manera, se producen los fenómenos siguientes: sinonimia, polisemia, homonimia y antonimia, que dan lugar a palabras sinónimas, polisémicas, homónimas y antónimas.


3.4.3. Contexto y situación.

En el lenguaje adulto las palabras no aparecen aisladas, sino formando oraciones, estas a su vez agrupándose en párrafos, y los párrafos en discursos. Es un entramado que forma un todo como si fueran los hilos de un tejido, de ahí que una palabra de la misma raíz que tejido, pero en su forma de cultismo, contexto, sirva para expresar todo el conjunto de elementos de significación que acompañan a cada palabra.

Tradicionalmente, este término se refería solo a aspectos lingüísticos, mientras que se denominaba situación al conjunto de circunstancias extralingüísticas que acompañaban un mensaje. Por ejemplo, una oración como Hizo muy bien el examen tiene sentidos diferentes según sea la situación del emisor y el receptor, ya que puede tratarse de un estudiante de universidad, de un aspirante al permiso de conducir, de un médico que visita a un paciente, etc. Del mismo modo, la palabra monitor puede referirse tanto a un preparador deportivo (monitor de esquí, monitor de natación) como a la pantalla de un ordenador.

Sin embargo, en la actualidad se utiliza el termino contexto, tanto referido a la situación, lo que en realidad seria contexto extralingüístico, como referido a las demás palabras de un mensaje, lo que sería contexto lingüístico. Por ejemplo, todos recordamos algún caso de malinterpretación de las palabras de personajes famosos, hecha por los medios de comunicación al sacarlas de texto. Gracias al contexto se define el significado de las palabras polisémicas: no es lo mismo ir al banco a sacar dinero que sentarse en un banco del parque. Lo mismo podríamos decir de todas las palabras homónimas, como sal: sal de aquí y la sal, que, aunque tengan el mismo significante, nadie las confunde por el contexto.

De la misma manera se puede decir que los sinónimos perfectos no existen, pues el contexto nos hará elegir uno determinado: delgado es sinónimo de flaco, pero, mientras el primero es un término neutro, no ofensivo, el segundo tiene ciertas connotaciones despectivas. Como resumen, podríamos decir que es tan importante el valor del contexto que algunos lingüistas han definido el significado de la palabra como el uso que se hace de ellas.

3.4.4. Los cambios de significado.

Las lenguas son organismos vivos que evolucionan y cambian con el paso del tiempo. En un momento determinado de la historia de una lengua, por ejemplo, en la actualidad, la relación del significante y significado es fija, y todos los habitantes evocan el mismo contenido para una palabra determinada. Sin embargo, con el paso del tiempo puede cambiar el significado de las palabras. La causa es que las palabras reflejan realidades cambiantes, y de la misma manera que la lengua crea palabras nuevas para todo lo nuevo, también evoluciona por causas históricas, sociales, psicológicas el concepto que el hombre atribuye a determinadas palabras. Por ejemplo, el retrete, en el siglo XVI, era el lugar más tranquilo de la casa, algo así como el despacho o el estudio, donde uno se retiraba a trabajar, a meditar, o a escribir, como Santa Teresa. Es evidente que la palabra ha evolucionado pasando a designar el cuarto de baño o aseo de cada casa, y ha perdido su sentido original para adaptarse a las viviendas modernas. Los procedimientos de sustitución o extensión del significado de una palabra más importantes son:

Creación de eufemismos. Algunas palabras, por tener un sentido considerado socialmente negativo, como las referidas al sexo, a la muerte, a la vejez, etc., son rechazadas y sustituidas por otras que intentan eludir ese rasgo, aunque signifiquen lo mismo. Ala palabra que se hace desaparecer por esa razón se la llama tabú, que en la lengua polinesia significa sagrado, prohibido, y a la palabra nueva eufemismo, del griego eu, que significa bien, y phemi, decir. En muchas ocasiones, con el paso del tiempo el eufemismo se convierte de nuevo en tabú, y es sustituido por otra palabra nueva. Por ejemplo, la misma palabra retrete, ha pasado a ser wáter, servicio, lavabo, aseo, cuarto de baño. Los soldados muertos en la guerra son los caídos en la guerra, aunque no haya podido levantarse. De los eufemismos más usados en la actualidad, aunque todavía no se ha consumado el cambio semántico, podemos destacar: desempleo por paro, tercera edad por vejez, madre política por suegra, desaceleración de la economía por crisis económica, etc.




La metáfora: Es la sustitución de un significante por otro con el que comparte algún rasgo de significado. Así, por ejemplo, hablamos de las patas de una mesa, y los brazos del sillón, o decimos de una persona que es un lince, cuando tiene una mente muy rápida, o una víbora, cuando es perversa.






GUÍA PEDAGÓGICA

1. Tema: Los niveles de estudio y disciplinas lingüísticas, la gramática, la sintaxis, la morfología y la semántica.

2. Objetivos: Con el estudio de esta guía el Adulto alcanzara los siguientes objetivos específicos:

* Identificar los diferentes niveles de estudio de la lingüística y las disciplinas lingüísticas correspondientes a cada nivel.
* Conocer el objeto propio de la gramática como disciplina lingüística y sus diferentes áreas de estudio.
* Comprende las diferencias entre el estudio morfológico, sintáctico y semántico de la palabra y las diferentes clasificaciones que de estos se derivan.

3. Palabras Claves: Adjetivo, Adverbios, Afijo, Antonimia, Articulo, Código, Conjunción, Eufemismo, Familia léxica, Fonética, Fónico, Fonología, Grafémica, Gramática, Homonimia, Interjección, Lexema, Lexicografía, Lexicología, Lexico-semantico, Lingüística, Metáfora, Monema, Morfema, Morfología, Morfosintáctico, Ortografía, Ortología, Polisemia, Pragmática, Prefijo, Preposición, Pronombre, Semántica, Sinonimia, Sintagma adverbial, Sintagma nominal, Sintagma verbal, Sintagma, Sintaxis, Sufijo, Sustantivo, Texto, Verbo.

4. Tabla de Contenido: El texto aborda tres temas principales organizados de la siguiente manera:

1. Las disciplinas lingüísticas.
1.1 Niveles de estudio lingüístico y disciplinas lingüísticas.
2. La gramática.
2.1. La sintaxis.
2.2. Morfología.
2.3. Semántica.
3. La morfología, la sintaxis y la semiología.
3.1 La palabra.
3.2 Morfología de la palabra.
3.2.1 Monemas, lexemas y morfemas.
3.2.2 Clases de morfemas.
3.2.3 Clasificación de las palabras.
3.2.4 Derivación y composicion.
3.2.4.1 La derivacion.
3.3. Introducción a la sintaxis: El sintagma.
3.3.1. Concepto de sintagma.
3.3.2. Clases de sintagma.
3.3.2.1. El sintagma nominal o sujeto.
3.3.2.2. El sintagma verbal o predicado.
3.3.2.3. El sintagma adverbial.
3.4. El significado de las palabras.
3.4.1. Denotación y connotacion.
3.4.2. Sinonimia, polisemia, homonimia y antonimia.
3.4.3. Contexto y situacion.
3.4.4. Los cambios de significado.

5. Tiempo Estimado: El desarrollo de la guía está programado para ser estudiado en una semana, con dedicación de una hora y media (1 1/2 horas) diariamente.

6. Grado de Articulación: Esta Guía tiene como prerrequisito obligatorio a las guías número 8 - El Lenguaje y La Cultura.

7. Área del Conocimiento: Esta guía es de profundización, corresponde al estudio del área de LENGUA ESPAÑOLA.