Unidad 2 - Ciclo III - La Lengua como Sistema de Comunicación.


1. LA LENGUA COMO SISTEMA DE COMUNICACIÓN.


La palabra comunicación procede del verbo latino “communicare”, que significa “poner en común”, “compartir”, y aunque los romanos la utilizaban para expresar cualquier actividad en común, como por ejemplo “communicare res adversas” que significaba “compartir las cosas adversas” (“la adversidad”), en español su sentido se ha restringido al de “compartir información”.

Por ello se define la comunicación como un acto a través del cual se transmite una información desde un punto de partida (emisor) a otro de llegada (receptor).

1. 1. ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN.


Si pensamos en un ciudadano cualquiera, podemos observar que desde el sonido del despertador con el que empieza el día, hasta el acto de apagar la luz con el que lo termina, toda su actividad está presidida por actos de comunicación: a través de cualquiera de sus sentidos recibe o emite unas señales que son portadoras de información. Unas veces actuará como emisor, expresando pensamientos, órdenes o señales a los demás, pero en la mayoría de ocasiones lo hará como receptor, puesto que recibe multitud de señales de todo tipo, como ruidos, timbres, olores, anuncios, noticias, que le informan de “algo”. En cualquiera de estos casos se produce el mismo fenómeno: alguien o algo emite una señal que el hombre recibe por alguno de sus sentidos y la interpreta de manera que le aporta alguna información. Las formas de comunicación son múltiples y variadas, pero los elementos necesarios para que se produzca son siempre estos seis:


a.     Emisor, la persona, o lugar desde donde parte la información.
b.     Receptor, es quien la recibe.
c.     Mensaje, la señal o cadena de signos que constituyen la información.
d.    Canal, el medio físico o virtual a través del cual se envía el mensaje y el sentido por el cual se recibe.
e.    Código, el conjunto de signos y reglas que permiten interpretar el mensaje (no se puede entender un mensaje en morse o en inglés, si no se conocen los respectivos códigos).
f.    Contexto o situación, que son las circunstancias del lugar y momento en que se produce el acto de la comunicación.

Desde la más remota antigüedad, el hombre ha utilizado los más diversos procedimientos para expresar sus pensamientos, sentimientos, etc. Así, los gestos, gritos, símbolos, señales, fueron evolucionando hasta llegar a la palabra, que es el medio de comunicación más propiamente humano, ya que le distingue de los demás animales. En efecto, aunque estos también se sirvan de lenguajes para comunicarse, como lo hacen las abejas, las hormigas, y en general todos los animales, con sistemas que el hombre ha estudiado e interpretado, sólo el ser humano ha creado un sistema de comunicación tan completo y a la vez complejo como la lengua.


1.2. SEMIOLOGÍA Y LINGÜÍSTICA

El estudio de la lengua cambió a principios del siglo XX. Hasta entonces se estudiaban las lenguas como un conjunto de normas que constituían su gramática, o bien se las comparaba unas con otras por medio de una ciencia llamada filología comparada (estudio comparativo de las lenguas). Fue el filólogo suizo Ferdinan de Saussure quien, en 1916, dio a conocer su teoría sobre una ciencias nueva a la que llamó semiología (en inglés semiótica) o ciencia de los signos, basándose en el término griego semeion, que significa en esta lengua “señal” o “signo”, raíz griega que aparece en una palabra tan familiar como semáforo (“portador de señal”).

Esta ciencia se iba a ocupar a partir de Saussure del estudio de todos los sistemas de signos, con lo cual abarcaría múltiples campos del saber. Por ello, no es extraño en la actualidad oír hablar de la semiología (o semiótica) del vestido, del teatro, del cine, etc.

Así, pues, la lingüística, ciencia del lenguaje, pasó a ser, desde Saussure, la parte de la semiología que se ocupa del lenguaje verbal, sistema de comunicación cuya unidad es el signo lingüístico, que no es otra cosa que lo que en lenguaje estándar llamamos palabra.

1.3. CARACTERÍSTICAS DEL LENGUAJE VERBAL

La palabra lenguaje se utiliza con sentidos diversos, y no significa lo mismo cuando se utiliza la expresión “el lenguaje de las flores”, “de los gestos”, “de las matemáticas”, “de las computadoras”, etc. Como conjunto de señales que interpretamos de una manera determinada, que cuando un alumno dice que “tiene clase de lenguaje” refiriéndose al estudio de su primera lengua.

Sin embargo, solo podemos llamar lenguaje verbal al conjunto de sonidos que emplea el hombre agrupados en palabras para relacionarse con los demás, expresando sentimientos, ideas, etc. El adjetivo verbal deriva del término latino verbum, que en español significa “palabra”, por lo cual la expresión lenguaje verbal significa lenguaje de palabras.

Sin ninguna duda, de todos los sistemas de comunicación el lenguaje verbal es el más completo e importante, porque permite al hombre expresar la riqueza y complejidad de que es capaz el pensamiento humano con matices que en los demás lenguajes son inalcanzables. En efecto,gracias a la palabra podemos demostrar nuestra capacidad de pensar. Podemos, por ejemplo, en un animal doméstico como el perro, a quien se le atribuye ser “el más fiel amigo del hombre” y recordemos que cuando alguien quiere elogiar sus cualidades de todo tipo, suele decir “solo le falta hablar”.

El lenguaje verbal es, por tanto, el instrumento más útil y rico para todas las relaciones humanas, pero además sirve para poder interpretar todos los demás lenguajes. Y hay que tener en cuenta que es el vehículo para acceder al conocimiento de las demás materias de estudio, para informarse de lo que sucede en el mundo y también para gozar de múltiples actividades, como la lectura, y los espectáculos como el cine o el teatro, que se basan en la palabra.


1.4. EL SIGNO LINGÜÍSTICO.

El signo, en general, se define como un objeto perceptible que sustituye a otro al que representa. Por ejemplo, una bandera es un signo que representa a un país, o una camiseta con unos colores determinados, a un equipo de fútbol, así como las lágrimas pueden representar a la tristeza o la alegría, o una señal roja de un semáforo nos avisa de que nos hemos de detener, y podríamos seguir citando ejemplos, pues toda la vida humana está repleta de signos.

Como sistema de signos que es, con el lenguaje verbal se construyen mensajes portadores de información constituidos por cadenas de signos, que se suceden unos a otros, y que son los signos lingüísticos. Así, cuando se pronuncia la palabra casa, diremos que es un signo porque representa la idea que se tiene de un objeto determinado de la realidad, en este caso un lugar donde habita el hombre.

Saussure, de quien ya se ha dicho que fue el fundador de la lingüística moderna, definió el signo lingüístico como la combinación de un significante imagen acústica (lo que oímos o vemos escrito) y un significado concepto (aquello a lo que asociamos lo oído o escrito). Dicho de otra manera, para entender una palabra siempre se ha de relacionar su expresión (lo percibido por los sentidos) con su contenido (lo que se piensa que significa esa palabra). Cuando alguien se equivoca al establecer la relación entre el plano del significante y el significado, comete un error similar al de quien llama a una persona con el nombre de otra. Y si no es capaz de asociar un plano con otro por falta de conocimiento de la lengua, no podrá entender el mensaje. Veamos un ejemplo, en un cuartel, un coronel dice a sus soldados: ¡Aquí están erradicadas las vejaciones! La mayor parte de los oyentes no pueden entender este mensaje porque, aunque han oído bien todas las palabras no logran asociar los significantes erradicadas vejámenes a ningún significado conocido por ellos. Otros, en cambio, asocian estos significados a arrancar de raíz, desaparecer, el primero, y a humillación, el segundo.

1.4.1. Los rasgos del signo lingüístico.

Los rasgos del signo lingüístico, que sirven a la vez para caracterizar al lenguaje verbal, son los siguientes:

Arbitrario: La relación que se establece entre significante y significado es arbitraria. Esto no significa que cada individuo la pueda establecer según su criterio, sino que se debe a que la mayor parte de los signos son símbolos, en los que la relación entre significante y significado está establecida a criterio de quienes los van a usar.

En efecto, según la clasificación del estadounidense Pierce, los signos se clasifican en:

a) Iconos, aquellos en los que la relación entre significante y significante es de identidad, es decir, el signo es una imagen del objeto al que representa, por ejemplo, una caricatura, un cómic, el cine mudo, etc.

b) Indicios, en los cuales se establece una relación física de causa-efecto, o de distancia física o temporal, entre la señal percibida y su significado: el humo es señal de fuego, la fiebre de enfermedad, etc. y

c) Símbolos, en los que la relación entre significante y significado la ha fijado el hombre de manera convencional, porque así lo acuerdan quienes crean el signo, como es el caso de las banderas y la mayoría de las señales de tráfico.

Pues bien, la mayor parte de los signos lingüísticos son símbolos, aunque también hay iconos, que son las onomatopeyas e indicios, que son los elementos gramaticales llamados deícticos: este, ese, aquel.

Mutable e inmutable: aunque parezca contradictorio este rasgo, no lo es, ya que el primero permite que las palabras cambien con el paso del tiempo. Así, unas se pierden (en la actualidad nadie usa la preposición so, y podemos observar como la palabra verosímil está siendo sustituida por creíble), y otras cambian (la forma haigan del verbo haber fue sustituida por haya, y vuestramerced del castellano antiguo se convirtió en usted). Por tanto, vemos que el signo lingüístico es mutable a través del tiempo. Pero para el presente y para cada uno de los hablantes, es inmutable, porque nadie puede cambiar el nombre de las cosas si pretende que los demás le entiendan.

Lineal: Los signos forman una secuencia, es decir, se suceden unos a otros en la cadena hablada o en la lengua escrita. No se pronuncian varios sonidos a la vez sino que uno sigue a otro, y lo mismo sucede con las letras.

Articulado: El signo lingüístico puede descomponerse en unidades más pequeñas que pueden reaparecer en otros signos.


1.5. LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE.

El hombre, al utilizar el lenguaje, lo hace con una intención, comunicativa determinada: quiere convencer, ordenar, conmover, informar. Según cual sea su intención, el mensaje cumplirá una función diferente, y esto da lugar a que se hable de las distintas funciones del lenguaje.

Hemos explicado anteriormente que son seis los elementos necesarios en un acto de comunicación. Pues bien, no todos los elementos intervienen con igual fuerza en el mensaje, y según cual sea el elemento que predomina sobre los demás, dará lugar a que el mensaje tenga una función de las siguientes:

Función expresiva o emotiva: Expresa el estado de ánimo y la actitud del emisor que pretende expresar sus sentimientos y emociones. Por ello, se sirve de formas gramaticales como exclamaciones, interjecciones, etc. Ejemplos: ¡Qué dolor!, ¡qué triste es la vida!, ojalá que llueva pronto.

Función conativa o apelativa: Manifiesta la intención del emisor de pretender una respuesta del interlocutor, por eso se dice que el elemento que predomina es el receptor, porque se intenta modificar su conducta. Los recursos lingüísticos más apropiados para ello son el uso del modo imperativo, las interrogaciones, etc. Ejemplos: Sal de aquí, por favor; Compre este producto; No te vayas, etc.

Función denotativa o referencial: Es aquella con la cual se pretende transmitir una información de manera objetiva sobre algún hecho de la realidad, sin que emisor ni receptor intervengan subjetivamente. El elemento de la comunicación que destaca sobre los demás es el contexto. Es la función propia de la exposición científica, libros de texto, información objetiva, etc. que utilizan un lenguaje denotativo, sin ambigüedad. Ejemplos: El hombre nace, crece, se reproduce y muere; Los españoles llegaron a América en 1492; El sustantivo es una categoría gramatical.

Función fática: El mensaje no tiene otra finalidad comunicativa que el de abrir, o comprobar si sigue abierto, el canal de comunicación, que por tanto será el elemento predominante. Ejemplos:¿Dígame?, Sí…sí, ¡Hola!, Adiós, etc. Fórmulas todas ellas prácticamente vacías de contenido pero que se usan como medio de abrir, mantener, interrumpir o cerrar la comunicación.

Función poética o estética: Manifiesta la intención del emisor de crear un mensaje bello, que tenga finalidad en sí mismo, para lo cual elige las palabras más por su valor estético que por su contenido. Es el lenguaje propio en general de la literatura y sobre todo de la poesía. En la actualidad se utiliza también en el mundo de la publicidad. El lenguaje está cargado de connotaciones y ambigüedades, de manera que el receptor puede interpretar de forma subjetiva el mensaje. Ejemplos: Nuestras vidas son los ríos que van a dar en el mar que es el morir (Jorge Manrique).

Función metalingüística : El mensaje cumple la función de hablar sobre la propia lengua, es decir, sobre el código de la comunicación verbal. Se usa la lengua para hablar de sí misma. Ejemplos: El verbo hacer se escribe con h; la palabra “rosa” es un sustantivo femenino singular. Esta función es propia de los diccionarios y libros de Lengua.

Coincidencia de funciones: Finalmente, se ha de tener en cuenta que estas funciones del lenguaje arriba señaladas no son excluyentes entre sí, sino que pueden aparecer simultáneamente varias en un mismo mensaje, aunque una de ellas predomine sobre las demás. Por ejemplo, en el lenguaje publicitario aparecen generalmente la función apelativa, referencial y poética.

1.6. LENGUA, HABLA Y NORMA.

Cuando un niño aprende a hablar, no conoce nada del sistema de la lengua. Pero poco a poco va aprendiendo a conocerla, comenzando con palabras sueltas que imita de sus padres y así, cuando dice agua, está pidiendo que se la den, porque todavía no es capaz de construir una oración como “quiero agua”, o “dame agua, por favor”, como dirá cuando ya haya aprendido a hablar.

Así, por medio de actos de habla, el niño va conociendo la lengua, un sistema de signos que se puede entender como una especie de “armario” o “banco” donde se guardan todas las palabras y las reglas por las que se rigen, es decir, el código común de todos los hablantes de esa lengua. El habla, en cambio, es el mensaje que realiza un individuo, en un momento y situación determinados, eligiendo del “banco” lo que considere más conveniente para comunicarse con otro u otros. Es, así pues, algo concreto, que se realiza a través de la emisión de sonidos, mientras que la lengua es abstracta, es una institución social, que comprende todos los recursos posibles para el acto de habla.

La norma es la que fija las reglas de uso del sistema, responde a las convenciones que fija la comunidad de hablantes y nos enseña que, así como el verbo comer decimos la forma comieron, el verbo saber no se puede decir subieron, como sería lo lógico, sino supieron, y que el femenino deactor no es, como el de director/a, sino actriz. La norma suele ser a veces poco lógica, ya que en muchas ocasiones las irregularidades de una legua son heredadas de otra que le precedió y, por tanto, difíciles de explicar por el sistema de la lengua nueva.

2. LENGUA Y SOCIEDAD.

La lengua es un sistema de signos a través del cual el hombre se comunica con los demás. Pero es también una “institución social”, sujeta a una serie de variaciones y modalidades en función de convenciones sociales. No todos los hablantes de una lengua la usan de igual modo, ni siquiera un mismo hablante la usara en una situación que en otra. Además, la lengua oral tiene unas características a las de la lengua escrita. Pedro Salinas lo resumió así: “La actitud del ser humano cuando escribe, su actitud psicológica, es distinta de cuando habla. Cuando escribimos, sentimos, con mayor o menor conciencia, lo que llamaría la responsabilidad de la hoja en blanco. Casi todo el mundo pierde su confianza con el lenguaje, su familiaridad con él, apenas toma una pluma”.



2.1. NIVELES Y REGISTROS DE USO DE LA LENGUA.

Se ha definido ya la lengua como un sistema de signos cuya realización se concreta en actos de habla regidos por una norma. Pero todos los actos de habla están condicionados por diversos factores que hacen que el sistema lingüístico sea heterogéneo, es decir, que posea variedades muy diversas. Entre estos factores podemos citar el lugar donde se vive, el grupo social al que se pertenece, la instrucción que se ha recibido, la profesión, la edad, etc. A las variaciones resultantes de esta diversidad se las llama diastráticas, palabra que deriva del griego día y del latín stratum que significan respectivamente “por” y “estrato” o “capa (social)”, porque el uso de diferentes nivelesresponde al grado de instrucción o escolarización de los hablantes y por tanto tiene mucha relación estrato social o económico de los mismos.

Pero además, el sistema de la lengua está condicionado por el uso que hace cada uno de los hablantes según la situación en que se halle, como también por la finalidad que quiera dar a su mensaje. Un maestro no hablara igual cuando ejerce la docencia que cuando habla en casa con su familia. A cada una de estas modalidades se las llama registro, y en general variedades diafásicas, palabra que deriva del griego dia femi que significan respectivamente “por” y “decir”, y así hablaremos de registro coloquial frente a registro no coloquial o registro formal.

2.2. VARIEDADES SOCIALES.

Ya se ha dicho que los hablantes de una lengua no la usan de manera uniforme porque no todos tienen el mismo conocimiento de la misma. Por ello se distinguen diversos niveles, en cuyos extremos se encuentran la lengua literaria como elaboración más elaborada del sistema, y la lengua vulgar, como la más descuidada porque representa el desconocimiento de las normas de uso y está impregnada de los llamados vulgarismos.

2.2.1. La lengua estándar.

La variedad utilizada por el mayor número de hablantes y, en general , por los medios de comunicación audiovisuales es la llamada lengua estándar. Esta implica el uso de un código común que, respetando mínimamente la norma, permite cumplir las funciones principales de la lengua, que son la expresión del pensamiento propio y la relación social. Su función es la de unificar a quienes utilizan variedades sociales diferentes, para permitir la comunicación social entre ellos. No persigue el rigor léxico y gramatical del lenguaje culto, abunda en el uso de estructuras morfosintácticas sencillas, y en cuanto a la precisión del significado no excede el uso del léxico común.  Es la lengua de los medios de difusión y comunicación.

2.2.2. La lengua culta.

Sin embargo, la mayoría de los hablantes no usan la lengua estándar al mismo nivel, ni los medios de comunicación audiovisual lo hacen con el mismo rigor que la prensa escrita, por ello conviene distinguir, además, la variedad de la lengua culta, que es la que respeta la norma lingüística en todos sus niveles. Se caracteriza por la riqueza y precisión en el uso del vocabulario, la corrección y complejidad en el uso de estructuras gramaticales, tanto morfológicas como sintácticas, y dominio de las normas ortográficas y de puntuación. Es la que permite mejor el acceso al conocimiento, propia de niveles académicos superiores.

2.2.3. La lengua vulgar: Vulgarismos.

La lengua vulgar es propia de personas que por vivir en un medio rural o por marginación social, no han podido acceder a la instrucción escolar. Su principal característica es la trasgresión de las normas en todos los niveles lingüísticos, en forma de vulgarismos.

2.3. JERGAS Y ARGOT

Estos términos se utilizan indistintamente para referirse a la variedad de la lengua que ciertos grupos sociales utilizan en determinados contextos.

Sus peculiaridades lingüísticas se limitan en la práctica al léxico, pues apenas tiene diferencias gramaticales y fonéticas con la lengua común, salvo las derivadas de un uso más relajado en ambos niveles. Su rasgo fundamental es, por consiguiente, disponer de un léxico propio para poder llamar a las palabras con nombres distintos a los comunes.

La palabra moderna jerga es sinónima de la que los hombre de la Edad Media llamaron “lenguaje de germanias” (lenguaje de hermanos), de origen antiguo en la lengua castellana, y que era la variedad de lengua que se usaba en las relaciones comerciales entre los componentes de un gremio determinado con el fin de que los ajenos a él no pudieran entender lo que decían. En la época de Cervantes, la germania se convirtió en sinónimo de jerga de la delincuencia, que se agrupaban en “cofradías”, tal como explica en su novela ejemplar Rinconete y Cortadillo.

En la actualidad, el término jerga se usa como una variedad que adopta un grupo de personas bien porque se relacionan profesionalmente, o bien porque intentan ocultarse a los demás por medio de un léxico propio, como en el caso de la delincuencia, de la cárcel, etc. En el caso de ámbitos sociales o profesionales, es un rasgo social lo que las caracteriza: se habla de la jerga juvenil, médica, futbolística, etc.

El término argot, de origen francés, se suele usar como sinónimo de jerga, aunque el argot añade el rasgo críptico o de ocultación por parte del grupo social que lo crea y lo cambia continuamente para que los demás no lo entiendan.

2.4. DIFERENCIA ENTRE LENGUA ORAL Y LENGUA ESCRITA.

Aunque el código lingüístico es el mismo en lengua oral y lengua escrita, y en realidad los estudios sobre lengua están basados fundamentalmente en lo oral, hay notables diferencias entre una y otra. Estas se deben sobre todo a las circunstancias que rodean la enunciación del mensaje, es decir, la situación en que se produce la comunicación.

2.4.1. La comunicación oral

La presencia de emisor y receptor en la comunicación oral lleva consigo, en efecto, una serie de elementos, verbales unos y otros no, que ayudan a conseguir los objetivos comunicativos con mayor facilidad que en la lengua escrita. Entre ellos podemos señalar:

a)     Los gestos, tanto de la cara como de las manos, la expresión de la mirada, la actitud y la distancia entre los interlocutores, que son a veces más significativos que las palabras.
b)     La entonación, que matiza el sentido de lo que se dice hasta el extremo de que puede incluso cambiar el sentido de una frase. Así mismo influyen también en la comunicación oral otros aspectos fónicos, como el timbre y el tono de la voz, o las pausas y silencios, que son tan expresivos como las palabras.
c)    El hecho de que los interlocutores compartan tiempo y espacio conlleva mayor espontaneidad en el discurso oral, puesto que aunque haya alternancia en las intervenciones, es posible la interrupción del mensaje del otro la suspensión de propio, con lo que la función comunicativa excede el mero uso de palabras o frases.
d)     Abundancia de términos coloquiales, repeticiones y digresiones que ayudan a la comunicación.
e)    El papel o rol social de quienes intervienen en la comunicación, que dará lugar al uso del registro correspondiente, sea formal o coloquial, según la relación social que haya entre ellos. Asimismo originara el uso de formas lingüísticas de cortesía.
f)     En el discurso oral se elude la expresión de aquellos hechos o pensamientos que los interlocutores sobreentiende como consecuencia de una relación social próxima.

Esto provoca la aparición de gran cantidad de implícitos o presuposiciones en la conversación que en nada mediatizan la comprensión del mensaje oral y, sin embargo, son inaceptables en lengua escrita.

2.4.2. La comunicación escrita.


La comunicación por escrito carece de todos los elementos no verbales que acompañan el mensaje oral, tales como gestos, silencios, etc., y está basado únicamente en el significado formal de las palabras. En consecuencia, exige un número mayor de palabras que el lenguaje oral para expresar la misma idea. Se dirige a un receptor desconocido y ausente, por lo que debe explicarse totalmente: la claridad y precisión son fundamentales. Además, el lenguaje escrito debe respetar todas las convenciones gráficas, como signos de puntuación y ortografía.

Responder el Banco de Preguntas. 

Glosario

Apelativo, va. (Del lat. appellativus). adj. Que apellida o califica. || 2. Ling. Se dice de las expresiones lingüísticas, textos, etc., que pretenden influir en el receptor. Argot.(Del fr. argot). m. Jerga, jerigonza. || 2. Lenguaje especial entre personas de un mismo oficio o actividad.

Canal. (Del lat. canalis). amb. Cauce artificial por donde se conduce el agua para darle salida o para otros usos. || 2. Parte más profunda y limpia de la entrada de un puerto. || 3.Sistema de signos y de reglas que permite formular y comprender un mensaje.

Comunicación. (Del lat. communicatio, -onis). f. Acción y efecto de comunicar o comunicarse. || 2. Trato, correspondencia entre dos o más personas. || 3. Transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor. || 4. Papel escrito en que se comunica algo oficialmente. || 5. Escrito sobre un tema determinado que el autor presenta a un congreso o reunión de especialistas para su conocimiento y discusión. || 6. Correos, telégrafos, teléfonos, etc.

Contexto. (Del lat. contextus). m. Entorno lingüístico del cual depende el sentido y el valor de una palabra, frase o fragmento
considerados. || 2. Entorno físico o de situación, ya sea político, histórico, cultural o de cualquier otra índole, en el cual se considera un hecho.

Cultura. (Del lat. cultura). f. cultivo. || 2. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. || 3. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.

Denotar. (Del lat. denotare). tr. Indicar, anunciar, significar. || 2. Ling. Dicho de una palabra o de una expresión: Significar objetivamente. Se opone a connotar.

Diafásico, ca. adj. Ling. Se dice de los fenómenos de habla debidos a los diferentes registros lingüísticos. || 2. Ling. Perteneciente o relativo a estos fenómenos.

Diastrático, ca. adj. Ling. Se dice de los fenómenos lingüísticos relacionados con el nivel sociocultural de los hablantes. || 2. Ling. Perteneciente o relativo a estos fenómenos.

Emisor - emitir. (Del lat. emittere). tr. Arrojar, exhalar o echar hacia fuera algo. || 2. Dar, manifestar por escrito o de viva voz un juicio, un dictamen, una opinión. || 3. Lanzar ondas hercianas para hacer oír señales, noticias, música, etc.

Escrito, ta. (Del part. irreg. de escribir; lat. scriptus). adj. Que tiene manchas o rayas que semejan letras o rasgos de pluma. Un cabrito todo manchado y escrito. || 2. m. Carta, documento o cualquier papel manuscrito, mecanografiado o impreso. || 3. Obra o composición científica o literaria.

Estándar. (Del ingl. standard). adj. Que sirve como tipo, modelo, norma, patrón o referencia. || 2. m. Tipo, modelo, patrón, nivel.

Estético, ca. adj. Perteneciente o relativo a la estética. || 2. Perteneciente o relativo a la percepción o apreciación de la belleza. Placer estético. || 3. Artístico, de aspecto bello y elegante. || 4. f. Ciencia que trata de la belleza y de la teoría fundamental y filosófica del arte.

Expresivo, va. adj. Dicho de una persona: Que manifiesta con gran viveza lo que siente o piensa. || 2. Dicho de cualquier manifestación mímica, oral, escrita, musical o plástica: Que muestra con viveza los sentimientos de la persona que se manifiesta por aquellos medios.

Habla. (Del lat. fabula). f. Facultad de hablar. Perder el habla. || 2. Acción de hablar. || 3. Manera especial de hablar. El habla de un niño. || 4. Ling. Realización lingüística, por oposición a la lengua como sistema. || 5. Ling. Acto individual del ejercicio del lenguaje, producido al elegir determinados signos, entre los que ofrece la lengua, mediante su realización oral o escrita.

Icono ícono. m. Representación religiosa de pincel o relieve, usada en las iglesias cristianas orientales. || 2. Tabla pintada con técnica bizantina. || 3. Signo que mantiene una relación de semejanza con el objeto representado; p. ej., las señales de cruce, baden o curva en las carreteras. || 4. Inform. Representación grafica esquemática utilizada para identificar funciones o programas.

Jerga. (Der. regres., seguramente a través del prov., del fr. jargon, y este onomat.). f. Lenguaje especial y familiar que usan entre si los individuos de ciertas profesiones y oficios, como los toreros, los estudiantes, etc. || 2. Jerigonza (lenguaje difícil de entender).

Lengua. (Del lat. lingua). f. Órgano muscular situado en la cavidad de la boca de los vertebrados y que sirve para gustación, para deglutir y para modular los sonidos que les son propios. || 2. Sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana. || 3. Sistema lingüístico cuyos hablantes reconocen modelos de buena expresión. La lengua de Cervantes es oficial en 21 naciones. || 4. Sistema lingüístico considerado en su estructura.

Lingüístico, ca. (Del fr. linguistique, y este de linguiste, linguista). adj. Perteneciente o relativo a la lingüística. || 2. Perteneciente o relativo al lenguaje. || 3. f. Ciencia del lenguaje.

Metalenguaje. (De meta- lenguaje). m. Inform. Lenguaje utilizado para describir un sistema de lenguaje de programación. || 2. Ling. Lenguaje que se usa para hablar del lenguaje.

Norma. (Del lat. norma, escuadra). f. Regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades, etc. || 2. Escuadra que usan los artífices para arreglar y ajustar los maderos, piedras, etc. || 3. Der. Precepto jurídico.

Oral. (Del lat. os, oris, boca). adj. Que se manifiesta o produce con la boca o mediante la palabra hablada. Lección, tradición oral. || 2. Perteneciente o relativo a la boca. || 3. Fon.Dicho de un sonido: Que se articula expulsando el aire exclusivamente por la boca.

Receptor, ra. (Del lat. receptor, -oris). adj. Que recepta (recibe). || 2. m. y f. En un acto de comunicación, persona que recibe el mensaje. || 3. m. Aparato utilizado en la recepción de señales electromagnéticas, como en la radiodifusión o la televisión.

Semiología. f. Estudio de los signos en la vida social.

Significar. (Del lat. significare). tr. Dicho de una cosa: Ser, por naturaleza, imitación o convenio, representación, indicio o signo de otra cosa distinta. || 2. Dicho de una palabra o de una frase: Ser expresión o signo de una idea, de un pensamiento o de algo material. || 3. Hacer saber, declarar o manifestar algo. || 4. intr. Representar, valer, tener importancia. || 5.prnl. Hacerse notar o distinguirse por alguna cualidad o circunstancia.

Símbolo. m. Representación sensorialmente perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con esta por una convención socialmente aceptada. || 2. Figura retórica o forma artística, especialmente frecuentes a partir de la escuela simbolista, a fines del siglo XIX, y más usadas aun en las escuelas poéticas o artísticas posteriores, sobre todo en el superrealismo, y que consiste en utilizar la asociación o asociaciones subliminales de las palabras o signos para producir emociones conscientes.

Vulgar. (Del lat. vulgaris). adj. Perteneciente o relativo al vulgo. || 2. Común o general, por contraposición a especial técnico. || 3. Que es impropio de personas cultas o educadas. ||4. Dicho de una lengua: Que se habla actualmente, en contraposición de las lenguas sabias.

Bibliografía


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FICHA PEDAGÓGICA DE LA GUÍA.

1. Tema: La Lengua como Sistema de Comunicación.

2. Objetivos: Con el estudio de esta guía el estudiante alcanzará los siguientes objetivos específicos:
* Identificar la importancia y el papel de la lengua en el proceso de comunicación.
* Distinguir y utilizar correctamente los conceptos de: lenguaje, lengua, habla, signo, jerga, argot.
* Identificar el uso de la lengua como factor cultural, y plantearse como actor que transforma y enriquece su lenguaje con el estudio del bachillerato.

3. Palabras Claves: En el estudio de la presente guía las palabras claves son las siguientes: lengua, comunicación, emisor, receptor, canal, código, contexto, semiología, lingüística, significante, significado, iconos, símbolos, expresivo, apelativo, denotativo, fáctico, estética, metalingüística, habla, norma, diastáticas, diafasicas, estándar, culto, vulgar, jerga, argot, escrito, oral. Busque en el diccionario su significado.

4. Tabla de Contenido: El texto aborda tres temas principales organizados de la siguiente manera:
1. La Lengua como sistema de comunicación.
1.1. Elementos de la comunicación.
1.2. Semiología y Lingüística.
1.3. Características del lenguaje verbal.
1.4. El signo lingüístico.
1.5. Las funciones del lenguaje.
1.6. Lengua, habla y norma.
2. Lenguaje y sociedad
2.1. Niveles y registro de uso de la lengua.
2.2. Variedades sociales.
2.3. Jergas y argot
2.4. Diferencia entre legua oral y lengua escrita.

5. Tiempo Estimado: El desarrollo de la guía está programado para ser estudiado en una semana, con dedicación de una hora diariamente.

6. Grado de Articulación: La guía no tiene pre-requisitos.

7. Área del Conocimiento: Esta guía es general y de carácter introductorio, corresponde al estudio del área de Lengua Española y Literatura.